‘DE LENGUA ME COMO UN TACO’
Seguramente le suenan conocidos estos nombres: Jerry Jones, Jorge Vergara o Roman Abramovich. Pues estos tres hombres tienen algo en común: son propietarios de franquicias deportivas de gran renombre en Estados Unidos, México e Inglaterra, respectivamente.
Jerry Jones, propietario de los Vaqueros de Dallas.
Adquirió la franquicia en 1988 y desde entonces siempre ha buscado ser protagonista y en algunas ocasiones darse a notar incluso por encima de los resultados del equipo.
La primera decisión "polémica" que llevó a cabo fue el darle las gracias a Tom Landry, entrenador que llevaba toda su vida al frente de los Vaqueros. A pesar de que los fans no se explicaban cómo era posible que Jones lo despidiera, eso sucedió.
Tras la salida de Landry, la decisión fue traer a Jimmy Johnson, quien los comandó al título en los Super Bowl XXVII y XXVIII. Tiempo después la relación de Jerry y Jimmy tronó y este último dejó el cargo.
Tras la salida de Johnson, el dueño de los Vaqueros decidió traer a Barry Switzer, quien los hizo campeones en el Super Bowl XXX venciendo a su acérrimo rival, los Acereros de Pittsburgh.
Las estadísticas de Jerry Jones como propietario del equipo de "La estrella solitaria" nos arrojan números variables: Entre 1988 y 1995 estuvo presente cinco veces en los playoffs, obtuvo dos campeonatos divisionales y tres Super Bowls pero entre 1996 a 2011 ha perdido cuatro veces el pase a playoffs a través de los juegos de comodín por sólo una victoria en la misma serie y ha disputado dos ocasiones el juego por el campeonato divisional perdiendo ambas.
La debacle vaquera no parece tener fin actualmente.
Jorge Vergara, dueño de las Chivas.
El pasado 31 de octubre de 2002 cumplió 10 años como propietario del Club Deportivo Guadalajara. Desde entonces el "dueño" del equipo ha generado polémica al interior del mismo, entre los aficionados, con los líderes de la Federación Mexicana de Futbol y entre los medios de comunicación.
Más de diez directores técnicos han desfilado en el equipo más popular de México desde el arribo de Vergara, y su primera declaración polémica fue la que hizo a su llegada al club. Tal cual un político en campaña, Vergara prometió campeonatos, dijo que traería al mejor técnico del mundo para dirigir al equipo y que, promesas de "un mundo de caramelo", haría de las Chivas el mejor equipo del planeta.
Sus números al frente del equipo son variables. En 20 torneos cortos que lleva como "jefe", Jorge ha logrado que el equipo se clasifique a 10 liguillas, quedándose en el camino cinco ocasiones en cuartos de final y cuatro en semifinales, a cambio de sólo una final, la del Apertura 2006 en la que resultaron campeones venciendo al Toluca.
En torneos internacionales la cosa mejora un poco. El "Rebaño Sagrado" fue subcampeón de la Concacaf en 2007, jugó cuartos de final y semifinal de la Copa Sudamericana en 2007 y 2008, respectivamente, en 2008 y 2012 se quedó en la fase de grupos de la Copa Libertadores, en 2009 únicamente logró instalarse en la ronda de octavos de final pero fue eliminado, en 2005 y 2006 se clasificó a las semifinales del mismo torneo y en 2010 logró su mejor papel en el torneo organizado por Conmebol al llegar a la final y perder ante el Internacional de Porto Alegre.
Roman Abramovich, el "magnate ruso" que compró al Chelsea.
El multimillonario ruso de origen judío tuvo que pagar una deuda que tenía el club por 80 millones, desembolsar 66 millones de euros por concepto de compra e invertir más de 170 millones más en nuevos fichajes para hacerse del club londinense en junio de 2003.
La obsesión por ganar dinero y fama, pero ahora en el mundo del futbol, tenía embelesado a Roman, quien desde el momento de su llegada al club se ha caracterizado por ser un propietario de "cartera abierta".
Para la temporada 2004-2005 la inversión sería de poco más de 144 millones de euros, y además se hizo del conocimiento táctico, disciplinario y polémico del entonces DT campeón de Europa a nivel de clubes: José Mourinho. La inversión de esa temporada fue correspondida con la obtención de un título de Premier League, por lo que el Chelsea era ya un cuadro perfectamente reconocible, hecho a imagen y medida de su entrenador.
Los fichajes más costosos del club fueron los de Shevchenko y Torres, quienes costaron, al "caprichito" del ruso, 46 y 62 millones de euros, respectivamente.
Los resultados del Chelsea, desde la compra de este club por parte de Abramovich, quizás no sean los esperados. El conjunto londinense ha logrado en tres ocasiones ser campeón de la Premier League, dos de la Carling Cup, cuatro de la FA cup, dos de la Community Shield y una de la UEFA Champions League.
Jones quiere traer la siguiente temporada al polémico Sean Payton (suspendido de la NFL esta temporada por hacer trampa con los Santos de Nueva Orleáns) para sacar de la debacle a los Vaqueros, que hoy están con marca de tres ganados y cinco perdidos en tercer lugar de la División Este de la Conferencia Nacional en la NFL; Vergara sueña que Johan Cruyff y su proyecto holandés le permitan vivir su promesa a la afición, en su "mundo de caramelo" y que esta temporada las Chivas Rayadas del Guadalajara clasifiquen "milagrosamente" a la liguilla del futbol mexicano; y Abramovich quiere gastar hasta lo que no tiene por tener dirigiendo en el Chelsea la próxima temporada al multicampeón europeo Joseph Guardiola, aunque el técnico actual los tenga en segundo lugar de la liga y jugando a buen nivel en la Champions.
Todo lo anterior está por verse, pero mientras tanto, con los tres flamantes dueños y sus polémicas, promesas y gastos, yo… "de lengua me como un taco".
