Paciencia.
Prudencia.
Tolerancia.
Y amor, sobre todo amor.
Son algunas de las virtudes que en este momento debemos tener.
Pero pocos pueden poseerlas, porque son tiempos especiales, dignos para aquellos que se ahogan en un charco de agua.
Sin embargo, hay seres generosos que pueden cumplir con estas virtudes que tanto necesita nuestro mundo, el actual.
Paciencia, no tenemos tiempo para esperar, queremos que la realización de nuestros deseos nos estén esperando, no es así.
Prudencia, no poseemos la capacidad para entender a los demás y entender que no todos somos iguales.
Tolerancia, ni la conocemos, porque queremos que las cosas se realicen simple y sencillamente porque así lo queremos.
Y amor, ¿Qué es en realidad?
Estas virtudes, todas, están esperando que usted las aporte. Diría el estimado amigo Florentino Rodríguez Salinas. Nadie puede ser candil de la calle y oscuridad de su casa.
Entonces, volvemos al círculo que se forma en el agua cuando usted arroja una piedra en el agua.
La figura más perfecta, el círculo mejor formado es el que está cercano al lugar donde arrojó la piedra.
¿Qué le indica?
Que primero debe atender lo cercano a usted y, es la familia.
Después vendrán los demás círculos que podrán ser igual de perfectos, si puso atención a lo más cercano a donde arrojó la piedra.