La salud.
Cómo cuesta mantenerla, conservarla.
Y no nos referimos a dinero, sino a actitudes, avatares que diariamente confronta el ser humano.
En la conservación de la salud incluyen un sinnúmero de factores que empiezan con las famosas cargas genéticas, o sea la herencia biológica de cada quien, porque muchas veces en lugar de bienes materiales se heredan males y ahí poco pueden hacer los médicos, por muchos avances de la ciencia.
Luego está la forma de ser de cada quien, y su respuesta ante los eventos del vivir.
La manera en que se piensa y sobre todo se actúa.
Una persona serena, ecuánime, equilibrada, y segura de sí misma tendrá más oportunidades de salir mejor librado de las crisis, incluyendo las de la salud.
Conocemos de casos en los que un contratiempo o una adversidad dañaron considerablemente la salud de algunas personas.
En cambio otro tipo de actitud mejoró y hasta ayudó a mejorar la salud y reafirmó la personalidad de quienes supieron enfrentar las crisis.
Es que cada uno de nosotros somos seres individuales, con sentimientos y pensamientos propios, y consecuentemente una vivencia, una alegría o un contratiempo son cuestiones que cada quien resuelve conforme su propio sentir y actuar.
Es por ello que una educación completa que se da desde la tierna edad a un niño tiene que incluir el cariño y buen trato que vaya dando seguridad al menor para que pueda tener más espacios de moverse a sus anchas cuando vaya creciendo.
Una madre, preparada para cumplir mejor la importante tarea que le ha tocado, al igual que el padre, mucho ayudarán a sus hijos formándolos y educándolos dentro del hermoso campo del amor, enseñándoles de mil maneras las variadas manifestaciones que tiene la vida y la actitud que deben tener hacia ellas.
Ser padre y madre no sólo es alimentar y cuidar a los hijos, mandarlos a la escuela, sino también significa el prepararlos para enfrentar en su momento las cosas de la vida.
Quizá usted y nosotros tenemos un poco más de respaldo para enfrentar las cosas que pasan.
Porque siguen frescos los mensajes que nos dejaron nuestros padres.
Tener salud, no es sólo cosa del cuerpo sino también de la mente para recordar la famosa frase que nos dejaron los griegos de Mente sana en cuerpo sano.
