Plantar un árbol.
Procrear un hijo.
Escribir un libro.
Estas frases que enumeran los requisitos para que un ser humano, hombre o mujer sea perfecto, cumpliendo con lo principal que tiene la vida, se atribuye al poeta cubano y gran pensador José Martí.
Las conocimos desde niños y como muchos, fuimos dándoles cumplimiento.
En la casa lo confirman los duraznos, las higueras, los limones y naranjos y hasta el frondoso aguacate.
Los hijos nos han regalado hermosos nietos.
Y lo del libro, hemos escrito tanto que bien podrían completarse varios volúmenes con tantos reportajes que al elaborarlos nos llevaron a conocer, primero nuestra hermosa Región Lagunera, sus cercanías y fuimos ampliando las rutas hasta los vecinos países del Norte, Estados Unidos y Canadá, y luego allende los mares a países europeos y recientemente a la hermosa y cautivadora Sudáfrica.
Hace años, Othón Borrego, funcionario de una institución bancaria nos invitó a colaborar con los proyectos culturales de la empresa que representaba, editando cien reportajes de los que habíamos escrito para EL SIGLO. Su muerte dejó en el tintero el proyecto.
En la mesa de café. Cierta mañana, el Lic. Francisco Aguilera nos mostró el libro de texto que llevaba una de sus hijas en la Escuela Carlos Pereyra, donde aparecía un artículo que escribimos para El Porvenir de Monterrey, donde también colaboramos. Y el mismo profesionista apoyó la idea de escribir un libro con algunos artículos nuestros.
Harry de la Peña, inolvidable compañero en tantas aventuras y excursiones, alguna vez que pasábamos días en una plataforma petrolera frente a las costas de Campeche nos pidió recopilar parte de lo que escribimos especialmente de la Zona del Silencio, descubierta por él en los años sesentas y bautizada así por nosotros.
Y últimamente Johan Uribe, compañero en la redacción insiste en la edición del primer libro nuestro, lo que nos trae inquietos, y a la mejor cumplimos viejos deseos, con su apoyo y su interés por tener en su biblioteca algunas experiencias vividas en este hermoso quehacer que nos ha tocado desempeñar.