Afrodisio Pitongo, galán libidinoso, le dijo con salaz sonrisa a Susiflor: "Me gusta eso tan blando que tienes abajo de tu brassiére". "¿Qué dices?" -se molestó ella. "No me interpretes mal -aclaró él-. Me refiero a tu corazón". Poco después Susiflor le dijo a Afrodisio: "Me gusta eso tan grande y duro que tienes entre las piernas". "¡Qué dices!" -se entusiasmó él. "No me interpretes mal -aclaró ella-. Me refiero a tu bicicleta". El agente de Policía le dice con severidad al golfista: "La pelota que usted golpeó salió del campo y estrelló la ventanilla de un camión de carga. El chofer, sin poder ver por dónde iba, destrozó cinco automóviles, aplastó a un gato, atropelló a una anciana y derribó una casa. ¿Qué piensa usted hacer al respecto?". El golfista se queda pensando y luego dice: "Creo que me acercaré un poco más a la bola; no apretaré tanto el bastón, y giraré un poco menos los hombros al hacer el tiro". Una joven secretaria se quejó de haber sido asaltada sexualmente en la oscuridad del cuarto del archivo. "Tengo la certidumbre -dijo- de que mi asaltante fue uno de los jefes". "¿Por qué lo piensas?" -le preguntó alguien. Responde la muchacha: "Porque yo tuve que hacer todo el trabajo". Algunos veían a la Maestra Gordillo como un mal necesario. Ahora la ven como un innecesario mal. Todo indica que la poderosa líder ha entrado en un camino que sólo puede llevar a su definitivo ocaso. Ayer fue estrella que se paga. Estrella que se apaga es hoy. Los cambios habidos en el PRI la dejaron en descampado. Cometió el error de la voracidad, y obtuvo más de lo que podía dar. Luego, en una posterior revisión de lo que daba y recibía, no salió bien librada. La verdad es que representaba un lastre muy pesado para Peña Nieto, que ya de por sí carga muy pesados lastres. Difícil le será ahora a la Maestra encontrar acomodo. Parece que nadie la quiere cerca ya. En las actuales circunstancias sólo al PRI podía serle de utilidad, pero su mala imagen, añadida el impacto que su presencia al lado del candidato priista significaba para los votantes, hizo que a fin de cuentas fuera prescindible. Su única esperanza es ahora el PAN, y eso si el candidato resulta ser Cordero. Si no, tendrá que ir sola y enfrentar el riesgo de perder hasta el registro. Sin embargo, ya antes los panistas trabaron alianza con este tardío fruto del priismo: el mismo Calderón requirió a la dirigente para llegar a la Presidencia, y su señora hermana, la Cocoa, buscó el apoyo del Panal en Michoacán. Esos son antecedentes significativos. Bien puede suceder, entonces que con letra y música del PAN entone la Maestra aquella triste canción de desamor llamada "Mi último fracaso". (¡Bófonos!). Un tipo que trabajaba en la carnicería del super fue despedido por el gerente del establecimiento. Les contó el tipo a sus amigos: "No le gustó que metiera yo el dedo en la cortadora de jamón". "¿En la cortadora de jamón?" -se asombra uno de ellos. "Sí -confirma el individuo-. Y a la cortadora de jamón la despidió también". (No le entendí). Los novios pasaron la noche de bodas en la casa de los padres de él. Dieron las 12 del mediodía, y la joven pareja no salía de su cuarto. Pepito, el hermano menor del novio, le dijo a su mamá: "Creo.". "No creas nada-lo interrumpió la señora-. Ya saldrán cuando quieran". Pero dieron las 3 de la tarde, y los recién casados no salían de su habitación. "Creo. volvió a decir Pepito. "¡Ya te dije que no creas nada! -lo reprendió de nuevo la señora-. Es natural que los muchachos quieran estar solos". Se acercaba, sin embargo, la hora en que la parejita debía ir al aeropuerto a tomar el avión que los llevaría a su luna de miel. Aun así no salían del cuarto. "Creo." -volvió a decir Pepito. La señora, preocupada, ya no lo interrumpió. Le preguntó: "¿Qué es lo que crees?". "Creo -respondió Pepito-, que todavía tardarán mucho en salir". "¿Por qué lo crees?" -se inquietó la mamá. Explica Pepito: "Porque anoche mi hermano buscó en la oscuridad el frasco de crema, y lo que se llevó fue el frasco de pegamento que uso para armar mis avioncitos". FIN.
