"Nuestra vida sexual es pobre, muy pobre, extremadamente pobre, pobrísima, paupérrima". Eso le dijeron los esposos Shpos al doctor Headshrinker, psiquiatra especializado en cuestiones relacionadas con la sexualidad. Tras breve interrogatorio el analista descubrió que la rutina era la causa de la pobreza mencionada. Le dijo a la pareja: "Lo que deben hacer ustedes es ejercitar la fantasía. La próxima vez que tengan concúbito carnal imaginen que están en un barco en altar mar. Según los autores que he leído, en el mar la vida es más sabrosa. Esa fantasía sexual les ayudará a liberarse de las inhibiciones y a disfrutar más la coición". Una semana después el consejero llamó por teléfono a la esposa y le preguntó: "¿Cómo va su relación?". "Muy mal" -respondió, hosca, la señora. "¿Por qué? -se asombró el doctor Shrinkhead-. Al realizar el acto ¿imaginaron ustedes aquello que les recomendé, que iban en un barco en alta mar?". Responde la señora: "Yo sí empecé a imaginar eso, doctor, pero mi marido no pudo levantar el ancla"... Llegó Capronio, sujeto ruin y desconsiderado, al bar donde se reunía con sus amigos. Ellos se sorprendieron al ver que iba vestido con un luctuoso traje negro, y que además estaba lleno de tierra, y todo rasguñado. "¿Por qué vienes de luto?" -le preguntaron. Respondió él, sombrío: "Acabo de enterrar a mi suegra". Inquirieron de nueva cuenta los amigos: "¿Y por qué estás lleno de tierra, y arañado?". Contesta el ruin Capronio: "La señora no se dejaba enterrar"... La maestra de Biología leyó en el periódico que había en Amsterdam tal abundancia de cigüeñas que esas aves se habían convertido en plaga. Para ahuyentarlas los habitantes de la ciudad les arrojaban cohetes tronadores. En la escuela les dijo a sus pequeños alumnos: "¿Saben ustedes qué usan los holandeses para ahuyentar a la cigüeña?". Aventuró Pepito: "¿La píldora? ¿El condón?"... El director de cine de arte le preguntó al director de cine pornográfico: "¿No tienes problema para obtener de tus actores y actrices los grados de sensibilidad y los matices de interpretación necesarios para la creación de un personaje, según la técnica del Método, las enseñanzas de The Actor's Studio o las teorías de Stanislavski?". "No -respondió el director de cine porno-. Para lo que tengo problema es para separarlos después de cada escena. Nunca obedecen cuando grito: '¡Corten!', y a veces debo ordenar que les echen agua caliente para que se separen"... Cada día se vuelven más enojosas y más difíciles de interpretar -y por lo tanto de cumplir- las restricciones impuestas a los candidatos por la confusa legislación electoral vigente. A los partidos, que hicieron esa normatividad a su modo y conveniencia, les salió el éste por la tirata -que es peor que salirles el tiro por la culata-, y andan metidos ahora en un berenjenal del que no saldrán ni siquiera cuando se levante esta risible veda. He ahí la consecuencia de que un organismo que debería estar en manos de los ciudadanos haya caído en poder de los partidos... Una vecina le preguntó a la mamá de Pirulina: "¿Qué estudia tu hija?". "No lo sé exactamente -respondió la señora-, pero entiendo que es algo relacionado con la rama de la hotelería". "¿Por qué supones eso?'' -quiso saber la otra. Explica la mamá: "El otro día la oí decir que ya conoce todos los moteles de la ciudad"... La oficina de reclutamiento estaba en el segundo piso, y el departamento de exámenes médicos en el primero. Un hombre joven no quería ser reclutado por el ejército, y le dijo al médico que casi no veía: su debilidad de la vista era tan grande que se consideraba ciego. El doctor, que previamente le había pedido que se desvistiera para hacerle un examen general, le revisó los ojos, y no encontró en ellos ningún indicio que justificara el alegato del muchacho. Llamó a una preciosa enfermera de redondeadas curvas y le pidió, aparte y en voz queda, que se bajara el escote de la blusa y se subiera la falda, y luego desfilara ante el muchacho caminando provocativamente. Le preguntó al joven: "¿Qué ves?". "Un bulto" -respondió el muchacho poniendo los ojos en blanco. "Muy bien -concluye el médico-. Quizá tus ojos vean sólo un bulto, pero otra parte de tu anatomía está apuntando directamente hacia la oficina del segundo piso a donde vas a ir ahora para que te recluten"... (No le entendí)... FIN.