"Mi mujer es un espejismo'' -le dijo don Frustracio a un amigo. "No entiendo -se desconcertó el otro-. Un espejismo es algo que puedes ver, pero no tocar''. Replica don Frustracio con rencorosa voz: "Precisamente''... Picio, el hombre más feo, pobre y tonto del condado, acudió a una agencia matrimonial. Le dijo a la encargada: "Quiero casarme con una mujer rica, guapa y de buena familia". La muchacha le contestó: "Para que una mujer así se case con alguien como usted tendría que ser una idiota". Responde Picio: "La inteligencia no me importa"... "Vamos a mi departamento -invitó Rosibel a Babalucas, sugestiva-. Acabo de comprarme una cama de agua". "Gracias -declinó la invitación el tonto roque-. No tengo sed"... La señorita Peripalda, catequista, le dijo a Rosilita: "Ya van tres veces en lo que va del mes que llegas tarde. La próxima vez deberás traer alguna explicación por escrito de tu papá". "Se la traeré de mi mamá" -repuso la pequeña. "¿Por qué no de tu papá?" -se extrañó la señorita Peripalda. Contesta Rosilita: "Es que mi mamá dice que cuando mi papá llega tarde da unas explicaciones muy pendejas"... No creo que sea malo que un hombre no tenga religión, si no es un hombre malo. Sí sé que es peligroso un hombre que tiene demasiada religión. Oí hablar de un pequeño pueblo en cierto estado del sureste mexicano. Su población llega apenas a los 3 mil habitantes. De ellos una tercera parte profesan la religión católica, otra parte igual son evangélicos, y la otra tercera parte son Testigos de Jehová. Por efecto de esa diferencia los de un credo no tienen trato con los que pertenecen a los otros dos, hasta el punto en que ni siquiera les dirigen la palabra. Los católicos alternan nada más con los católicos; los evangélicos conviven únicamente con los evangélicos, y los Testigos de Jehová rechazan a todo aquel que no es Testigo de Jehová. Me pregunto cómo se puede vivir así en un pueblo de 3 mil habitantes. La religión, como ciertos medicamentos, sólo es buena si se toma en la dosis adecuada. De otro modo se cae en fanatismo, y caer en fanatismo -en cualquier fanatismo- presenta riesgos tanto para el fanático como, sobre todo, para aquellos que con él deben tratar. Ojalá un día llegue a ese pueblo algún santo o apóstol que les quite a sus moradores algo de religión. Quizá eso los haría ser menos religiosos, pero ciertamente los haría ser más humanos... Don Algón, mohíno, les comentó a sus socios: "Podrán ustedes decir lo que quieran, pero si en vez de esta computadora tuviéramos cinco secretarias, las fiestas de la oficina se pondrían mucho más animadas"... El padre Arsilio reprendía con indignación a uno de sus feligreses. "Me he enterado, Pitoncio -lo amonestó- de que tienes una esposa aquí y otra en un rancho que está a 10 kilómetros de aquí. ¿Cómo puedes hacer eso?". Responde el individuo, imperturbable: "Tengo bicicleta"... Le dice Rosibel a Susiflor: "Me gusta que llegue el calor. En invierno me dan muchos resfriados''. "Es que no te cubres el pecho'' -sugiere Susiflor. "Sí me lo cubro -asegura Rosibel-. Pero mi novio tiene las manos muy frías''... Dos lindas chicas iban por la playa. Comenta una: "Este sitio está tan alejado que podríamos nadar desnudas''. "¿Para qué? -responde la otra-. Nadie nos vería''... El médico le indica a su joven y curvilínea paciente: "Lo que usted tiene es un ligero caso de astenia muscular. Vaya a un spa, y que le den masajes en todo el cuerpo''. "Eso es muy caro, doctor -replica la muchacha-. ¿No será lo mismo si en vez de ir en mi coche al trabajo voy algunos días en autobús?''... El paciente volvió en sí de la anestesia, y se dio cuenta de que tenía vendada su parte de varón. "¡Cielo santo! -exclamó consternado-. ¿Qué me hicieron ahí?''. "No se preocupe, señor -lo tranquilizó la enfermera-. Usted vino a que le sacaran el apéndice. El doctor Testut hizo la operación ante sus alumnos, y la hizo tan bien que los muchachos le tributaron una cálida ovación. Para agradecer el aplauso el doctor tuvo que obsequiar un encore, y le hizo la circuncisión''... Dime Pepito -pregunta la maestra-. En la oración: 'Juanilita está disfrutando', ¿dónde está el sujeto?". Sin vacilar responde Pepito: "Arriba de Juanilita, profesora"... FIN.