Un tipo tuvo consorcio carnal con una musa de la noche de las de tacón dorado, boa de plumas y bolso de lentejuelas y chaquira. Ella le preguntó: "¿A qué te dedicas?". Contestó el hombre: "Vendo coches europeos de lujo: Autobianchi, Lancia, Citroën, Alfa Romeo...". "Parece buen negocio" -le dijo la muchacha. "Mejor negocio el tuyo, linda" -replicó él. "¿Por qué? -inquirió la chica. Razonó el individuo: "Lo tienes, lo vendes, y todavía lo tienes"... Don Chinguetas, el esposo de doña Macalota, no llegó al domicilio conyugal aquella noche. La señora acudió a su vecina Burcelaga, quien le sugirió que llamara a la policía. Se presentó un oficial, y le pidió a doña Macalota que le hiciera una descripción física de su marido. "Es alto y delgado -respondió ella-; de tez morena y ojos verdes, tiene cabello rizado". Cuando se fue el agente Burcelaga le reprochó a doña Macalota: "¿Por qué le dijiste eso al policía? Tu marido es chaparro y barrigón, güero despintado, siempre trae los ojos colorados y es calvo". "Sí -reconoció la doña-. Pero a ése quién lo quiere"... Capronio, sujeto ruin y desconsiderado, le dijo a su mujer que la iba a dejar. "¿Cómo me haces esto? -gimió ella-. ¡Te he dado los mejores años de mi vida!". "Precisamente -declaró el malvado-. Me voy antes de que lleguen los peores"... Aquella conferencista era partidaria de que los padres que tuvieran un hijo adolescente le indicaran la conveniencia de usar preservativos, y si tenían una hija de esa edad le recomendaran la píldora anticonceptiva. Se dirigió a uno de los asistentes: "¿Tiene usted una hija adolescente?". "En efecto" -contestó el tipo. Preguntó la mujer: "¿Y es sexualmente activa?". Respondió el otro: "Si es como su mamá, no"... ¿De qué color se pone un oriental cuando le agarran los testes, dídimos o compañones y se los aprietan con fuerza? Amarillo chillón... Hay quienes no quieren que Enrique Peña Nieto llegue a la Presidencia. Piensan que con él regresaría al poder el viejo PRI, con todas sus corrupciones y sus vicios. Hay quienes temen que López Obrador llegue a la Presidencia. Con él, piensan, se instauraría un peligroso régimen de caudillismo populista. A los dos grupos les tengo una noticia: México ya no es el que era antes. Sería imposible la vuelta a un PRI hegemónico y omnímodo como el que rigió durante siete décadas la vida nacional, y tampoco sería posible el establecimiento de un autoritarismo radical fincado en la persona de un líder mesiánico extremista. Ha habido cambios de trascendencia en el País. Gracias a ellos se dio la transición democrática, con alternancia en el ejercicio del poder. Surgieron instituciones que acotan la participación del Estado y favorecen la de los ciudadanos. México demostró estar preparado para la democracia. Para lo que no está preparado es para la antidemocracia. Quiero decir que no cabe ya pensar en la anulación o debilitamiento de esas instituciones que pese a todo han propiciado un avance en el ámbito político y en la tarea de mejorar la vida pública de la Nación. Es ahí, a mi juicio, donde reside el tema principal de la elección a la que acudiremos el próximo domingo. La democracia debe ser nuestra preocupación fundamental, y nuestro voto debe ser para el candidato que garantice más la conservación y funcionamiento de las fórmulas democráticas que con tantos esfuerzos, y pese a tantos pesares, hemos ido construyendo. Yo creo que el candidato con mayor vocación democrática es la candidata: Josefina Vázquez Mota. Por desgracia la han afectado el pobre desempeño que tuvieron los dos gobiernos panistas, el de Fox y el de Calderón, lo mismo que la falta de apoyo decidido y firme de su partido. A más de eso, al principio de su campaña hubo tropiezos que en su momento la debilitaron, y sólo en estos últimos días la abanderada del PAN ha evidenciado un talante de candidata fuerte que le permitió avanzar y la acercó otra vez al segundo lugar en la contienda. Tiene cualidades personales muy valiosas, y quien la considere la mejor opción debe darle su voto. Sin embargo, y salvo que Josefina suba más en estos últimos días, parece que los finalistas serán Peña Nieto y López Obrador. Cada ciudadano deberá decidir en conciencia cuál de esos dos candidatos se acerca más a la conducta y fórmulas que caracterizan al ejercicio democrático, y cuál se ha alejado más de ellas. El principal punto sobre el cual debemos decidir es el futuro de la democracia en este país. Debemos votar pensando en la democracia. Al hacerlo estaremos pensando en México... FIN.
