"En cuestión de sexo --le dijo al jefe de personal el tipo que buscaba empleo- soy bisexual, onanista y sadomasoquista; practico el bestialismo, el voyeurismo, el fetichismo y el exhibicionismo; me gusta travestirme, y a veces siento impulsos incestuosos y de necrofilia". "¿Por qué me dice eso?" --se desconcertó el encargado. "Porque tengo un problema con la solicitud --explicó el individuo-. Donde dice 'Sexo' hay espacio nada más para una letra, y no sé cuál de todas poner"... Babalucas se metió a boxeador. En su presentación en la Capital de la República, tras un pequeño incidente inicial -su manager le dijo que iba a entrar en la pelea de fondo, y el badulaque subió al ring vistiendo uno de encaje-, su rival lo persiguió por todo el encordado; ensayó en él una infinita variedad de golpes, entre ellos algunos de los inventados por el Marqués de Queensberry --jabs, upper cuts, etcétera- pero la mayoría inéditos; lo hizo sangrar por casi todos los orificios naturales de su cuerpo, y lo derribó varias veces para la cuenta de protección, todo en el primer round. Tambaleante, Babalucas acertó apenas a llegar a su esquina después de haber pasado por las otras tres. Le preguntó su manager, consternado: "¿Qué te sucede, Baba? Dijiste que podías noquearlo con los ojos cerrados". "Sí -replicó Babalucas-. Pero el cabrón no los cierra"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, despertó cuando aún no amanecía, y lo primero que hizo fue frotar ansiosamente una lámpara de forma extraña que tenía sobre su buró. De la lámpara salió un genio de Oriente. Extenuado, exangüe, exánime y exhausto habló el genio con feble voz que apenas se escuchó: "Sí, ama: te concederé tus tres deseos. Pero, por favor, ¡que no sean los mismos tres deseos de anoche!"... Desde luego el PAN no va a desaparecer. Es parte fundamental de la vida política de México. Representa a la derecha, lo mismo -hay que decirlo- que el PRI y el PRD. Olvidados estos dos partidos de sus principios revolucionarios y de justicia social, se han entregado, igual que el PAN, al mantenimiento de un estado de cosas que favorece a los grandes capitales con agravio para la inmensa cantidad de pobres que hay en México. (Digamos, entre paréntesis, que es motivo de pena ver a la juventud de mi Patria --léase los 132- reclamar con idealista indignación que se democraticen los medios de comunicación y se hagan más transparentes las elecciones, en vez de exigir mayor calidad en la educación, creación de empleos, eficiencia en la lucha contra la violencia criminal, y --sobre todo- combate a la pobreza, pues debería avergonzarnos la situación de los millones de mexicanos que viven en condiciones subhumanas, cosa que los democratizadores de los medios de comunicación y los procesos electorales parecen no advertir, lo cual, claro, se les debe perdonar porque son jóvenes, y a los jóvenes todo se les debe perdonar). Pero ése es otro cantar. U otro llorar, lo que llegue primero. Se levantará el PAN y volverá a caminar, como hizo el PRI, cuya derrota hace 12 años fue más sonora y contundente que la sufrida ahora por Acción Nacional. En cambio, si bien la izquierda está en el segundo sitio electoral, afronta el riesgo de dividirse. En caso de que el PRD no se muestre dispuesto a acompañar a López Obrador hasta el final de su nueva aventura, seguramente el tabasqueño buscará crear su propio partido con vistas al 2018. Y no le faltará razón: los votos que obtuvo no se los dio el PRD; él mismo se los allegó. Los panistas parecen haber hecho a un lado su brega de eternidad, pero López Obrador no. En ese contexto mayor riesgo que el PAN encara el PRD, atado como está a un peligroso caudillismo que pone a la persona del líder por encima de la institucionalidad del partido. Ya veremos... El policía se acerca al automóvil que estaba en el paraje más apartado y romántico del parque y ve que en el asiento de atrás se hallaban un muchacho y una chica. Proyectó la luz de su linterna al interior y le informó al azorado mozalbete: "Le voy a imponer una multa por faltas a la moral''. Farfulló el muchacho: "No estoy haciendo nada, oficial". El policía ve a la linda y bien formada chica; saca su libreta y le dice al romeo: "Entonces le voy a imponer una multa por imbécil"... Relataba un señor: "Mi abuelo Gerontino se casó a los 80 años de edad con una muchacha de 20. La noche de bodas dos de sus nietos tuvimos que ayudarlo a subir a la cama''. Preguntó alguien, pícaro y curioso: "Y ¿sucedería algo aquella noche?''. "No lo sé -respondió el señor-. Pero al día siguiente se necesitaron seis nietos para sacar al abuelo de la cama''... FIN.