Tratar de leer el futuro es vano empeño. El porvenir es un libro que no se deja leer. Hay quienes dicen que la teología es la más complicada de todas las fantasías que el hombre se ha inventado. Yo digo que es la futurología. ¿Acaso es posible adivinar el futuro? Yo ni el pasado puedo adivinar. Difícil arte es el de la adivinación. Aquel sujeto vio en la puerta de una casa un letrero que decía: "Madame Devinette. Adivina.". Tocó el timbre. Adentro se oyó una voz de mujer: "¿Quién es?". Y masculló el tipo al tiempo que se retiraba: "Ya valió madre". Pienso, no obstante, en el futuro político de México -vale decir en la próxima elección presidencial-, y hago un análisis profundo, digamos de unos 14 metros de hondo, acerca de la situación que en relación con eso guardan los tres partidos principales. Ni el PRI ni el PAN, concluyo, tienen ahora personajes fuertes que podrían aspirar desde hoy a suceder a Enrique Peña Nieto. Quizá los tengan, no me hago fuera de la razón, pero no se han hecho visibles todavía, y sus nombres aún no suenan. Caso muy diferente es el del PRD, o sea la izquierda. Cuenta ya con dos cartas muy fuertes en las personas de Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera. Ambos son relativamente jóvenes -al menos, debo reconocerlo, son más jóvenes que yo-; los dos tienen carisma y facilidad para llegarle a la gente, y están libres de las culpas que ensombrecen la figura de AMLO. Suele decirse que en México la carrera presidencial empieza un segundo después de que el candidato triunfador en la última elección recibe su constancia de Presidente electo. Ha comenzado ya, pues, si no es que empezó antes, la carrera para suceder a Peña Nieto. Y aunque sea todavía muy prematuro -ni siquiera toma posesión todavía el nuevo Presidente- hay que decir que el PRD tiene la ventaja con esos dos poderosísimos pre-pre-pre-precandidatos. Sólo hay alguien que los podría debilitar y quitarles posibilidades de llegar a la Presidencia: el ya citado López Obrador. Doña Uglilia, la mujer más fea y antipática de la colonia, sacó la basura de su casa cuando el camión ya empezaba a retirarse. "-No me vaya a decir que llegué tarde'' -dice con gesto agrio y ríspida voz al encargado-. "-No, -le responde éste-. Súbase''... Alardino y Jactancio, dos argentinos establecidos en nuestro país, se encontraron un día en cierta calle de la Ciudad de México. "-¿Qué hacés ahora, ché?'' -pregunta Alardino-. Responde Jactancio! "-Encontré un trabajo muy interesante''. "-¿Ah, sí? -dice Alardino-. ¿Cuánto ganás''. Responde Jactancio. "-Gano 100 mil pesos al mes. "-¡Cómo es posible, ché pibe! -se asombra Alardino- ¿Y de qué vives?''... El seductor galán elogiaba las bellas piernas de la chica. Le dice ella: "-Las tengo así porque las cuido mucho. Soy la mejor amiga de mis piernas''. "-Qué bueno -la felicita el galán-. Pero supongo que no serán inseparables''... La señora que quería bajar de peso se decidió a correr todas las mañanas. Se sentía algo incómoda con su short y sus tenis, y más incómoda se sintió cuando al comenzar a correr oyó unos aplausos. Pensando que alguien se burlaba de ella echó a correr otra vez. Nuevos aplausos. Muy mortificada se devolvió a su casa. "-No pude correr -dijo a su marido-. Alguien se burlaba de mí aplaudiendome". "-Mañana iré contigo para ver quién te aplaude" -dijo el señor-. Al día siguiente la señora echó a correr. "-¿Ya ves? -dice a su marido-. Ahí están los aplausos otra vez". "-Lamento decirte que no son aplausos le informa el señor-. Son tus pompis"... FIN.