Estaba leyendo que Froilancito ya está completamente restablecido del accidente aquel. Cuando estaba jugando y a lo tonto ¡boom!, se disparó en el pie (exactamente en el segundo metatarsiano). Froilancito, el nieto mayor del Rey Juan Carlos, quien anda triste porque le recortaron el sueldo 7.1 por ciento. Por la crisis.
Para que se anime su majestad, el niño ya quedó como nuevo. Y lo mejor, ‘sin ninguna restricción para su actividad habitual’. O sea, que puede volver a correr, brincar, jugar futbol, cazar y ¡jugar con el escopetón!
Es el problema de las vacaciones, que hay que entretener a los chamacos. El mío ya se ocupa solo y con una imaginación que se le desborda. Pero se me ocurrió que para vivir un rato “Madre e hijo comparten las vacaciones” podíamos ver juntos Batman: El Caballero de la Noche Asciende.
Aparte de que de aquí a que leemos el título completo ya se nos fue toda la tarde (soy de la escuela antigua, leo despacio), dicen que la película está buenísima. Como Christian Bale, opino con elegancia.
Pero lo que iba a ser una gran tarde de cine se está convirtiendo en una pesadilla. Después de leer la invitación para la premier, me soñé atada de pies y manos gritando: “¡Yo no fui! ¡Suéltenme! ¡Tengan clemencia!” (les prometo que despierta nunca uso la palabra ‘clemencia’). Y es que resulta que asistir a la función de prensa de la última cinta de la trilogía realizada por Christopher Nolan tiene varias restricciones, de esas inútiles y engorrosas que te complican la maternidad, la comunicación y la entrada a la edad madura.
Oigan, perdón, pero una ya no aguanta tanta presión. Entre las cosas que no me gustaron del edicto, digo, de la cordial invitación, es que debo llegar varias horas antes de que empiece la película, sin acompañante, o sea, sooola, y que debo entregar en la entrada celular, reproductor de MP3, tableta, cámara, teléfono inteligente y computadora. Por fortuna, no especifican nada acerca de la virginidad (que se quedó en otro ‘guardarropa’).
Supongo que es por la piratería, pero más que guardarropa parece que ¡quieren montar una casa de empeño a costa nuestra!Osea, que piensan que entre los distinguidos invitados, seleccionados minuciosamente, está alguien capaz de grabar Batman y entregarla a la industria pirata.
Bueno, bueno, pues varias cosas. Si desconfías, no invites. Yo que soy tan sensible, me acordé cuando me invitaron a la boda de Isabel, de Pandora, pero bajo la advertencia de “quiero pedirte que te portes bien.” (ja ja). Sí, parece chiste.
Y lo más importante, aunque no me agrada en lo absoluto, señores, les tengo una noticia: Los piratas no nos necesitan, navegan solitos. Felices y sin ayuda.
Además, cada día mejoran el negocio. El otro día pasé por un puesto precioso, surtido y muy organizado, donde tenían una cartelera luminosa con los estrenos: De Roma con Amor, de Woody Allen y ¡claro!, el producto estrella, Batman: El Caballero de la Noche Asciende.
O estoy pensando que a lo mejor nos tienen una sorpresa y ya la eché a perder con tan malas ideas. Tal vez las medidas de seguridad sean porque vamos a convivir, sin saberlo todavía, con Christian Bale, Gary Oldman, Morgan Freeman, Marion Cotillard, Anne Hathaway y Michael Caine.
Diablos. Tienen razón, hay que extremar medidas. Y ahora ¿qué me pongo?