Espectáculos Miss Universo 2025 Miss Universo Christian Nodal Julión Álvarez

De vuelta al ruedo

TÓCATE (O LA MAMA DENSA)

Martha Figueroa

“Respira, ya no respires. No te muevas”.

La mujer inmóvil que aguanta la respiración con un seno al aire y el otro aprisionado, torso desnudo, medio pálida por la apnea, pero feliz... ¡soy yo! (su columnista), en el chequeo semestral mamario.

Y se los cuento porque estamos en plena campaña de concientización contra el cáncer de mama. Además, el tema de los pechos es uno de los favoritos de los mexicanos y, durante todo un mes, todo el mundo tiene que ver con nuestros senos. Bueno, aunque según las estadísticas los hombres jóvenes se decantan por la delantera, pero los señores mayores son más fanáticos del ‘derriére’ y sus recovecos. Cuestión de gustos, que la naturaleza es variada.

Las cifras en nuestro país asustan: cada dos horas muere una mujer por este mal. Pero lo que cada octubre tratan de decirnos los expertos es que el 95 por ciento de los casos son curables si se detectan a tiempo. Así que, manos a la obra, mujeres.

Debo confesar que me encanta este mes rosa. Primero, porque es básico promover la autoexploración y luego porque amo ver listoncitos alusivos por todas partes y que todo se pinte de rosa, incluidos edificios, monumentos, jugadores de americano, balones, redes sociales, portadas de revista, camiones y futbolistas, entre otras cosas. Por ejemplo, ¿vieron en el clásico América vs Chivas que los árbitros se solidarizaron con la causa y aparecieron en ‘pink’? Me pareció precioso, aunque los pobres pusieron cara de susto cuando la señora sobreviviente les decía “tóquense, explórense”.

Mi querido Pedro Torres hizo unas fotografías increíbles, con 28 mujeres que de alguna u otra forma tiene que ver con el cáncer, y serán expuestas en plena calle, en Paseo de la Reforma, lo cual es provocador y poderoso. Luego se subastarán para recaudar fondos, así que vayan a verlas y escojan la suya. Mis favoritas son las de Patricia Reyes Spíndola y Paola Saad, porque hay unas muy feas, muy feas, pero con la buena intención basta y sobra.

Soy de esas mujeres a las que les gusta tocarse. Para qué les digo que no, si sí. Y no puedo ser más partidaria y fanática de la palabra clave de la cruzada: tócate. Pero también sepan que a veces cuando lo hago me entran muchas dudas y paranoia. Ya saben, “¿esto es bolita o músculo?”, “ouch, ¿me duele o me gusta?”, “¿es comezón o dolor?” “huy, un bulto. Tiene cara de maligno. ¡Ayuda!”. Por eso prefiero siempre otras manos que lasmías, y una segunda, tercera o cuarta opinión.

La última vez, después de la mastografía (que no es muy agradable, pero tampoco es ninguna tortura) el doctor me dijo, muy serio, “señora, usted tiene la mama densa”. Sonó tremendo ‘ma-ma den-sa’. Hasta parecía apodo o peor. Así que me mandó al ultrasonido para tratar de ver más allá. Creo que era la izquierda y aquí conservo las placas. Efectivamente, estaba densa, muy. Dicho en cristiano, el seno estaba lleno de nubes. Claro, y con tanto tejido era difícil saber si había nódulos, bolitas, músculos o tumores. Por fortuna, todo era benigno.

Pues ahí me tenían esperando los resultados, que es un momento horrible porque la mente enloquece. Yo, axila rasurada (sin desodorante ni talco ni crema, baño reciente), veía los cuadros de mujeres desnudas en óleo y trataba de lograr un momento de paz interior. No pude. Pero llegué a la conclusión de que todo el personal médico debería tomar clases de “expresión corporal pro bienestar del paciente”. Ponen cara de embalsamadores, y se secretean entre sí, para soltarte “¡está todo bien!”. No asusten, caramba.

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 795720

elsiglo.mx