El señor que reparte el correo en la calle donde vivo debe tenerme en muy mal concepto. O no. Tal vez piensa que me gustan las mujeres o que soy fanática de los cuerpos desnudos.
Es más, hay tantas piernas, pompis y senos en mi buzón, que la otra correspondencia ya no cabe. Ya saben, el recibo telefónico, los estados de cuenta, los menús del restaurante chino, las 20 tarjetitas de “plomero-cerrajero” (oficios que siempre aparecen de la mano), las ofertas del supermercado y los volantes de “divorcio express en un mes”.
Por cierto, estos últimos son preciosos porque tienen foto de una pareja casándose separada por un rayo y la leyenda: ‘Un trámite sencillo, rápido y económico. No se requiere que ambos estén de acuerdo’ (jaja).
El caso es que el cartero debe jurar que en lugar de columnista soy una señora de mente retorcida adicta a las cosas impúdicas porque alguien acaba de enviarme varias revistas eróticas donde aparecen en portada Mariana Seoane, “un deseo a todas luces”, Marisol Santacruz, “nuestra rubia superior”, y la “deliciosa” Amanda Rosa, a quien sinceramente nunca había visto pero ahora la conozco más de lo que me hubiera gustado (huequitos, recovecos y tatuajes). ¡No saben cómo admiro a la gente que posa sin pudor!
Pues que se sepa, aquí y en China, que no las compré, me las regalaron porque a mí la gente me obsequias cosas.
Bueno, debo admitir que gracias a la correspondencia me reencontré aMarisol Santacruz, aunque sea sin ropa de por medio. ¿Se acuerdan? Personalmente, le había perdido la pista. Es una actriz con cara de buena mujer que hizo muchas telenovelas y películas en las que siempre tenía personajes de hada madrina, princesa, mamá que muere joven o ángel. Así que ahora debe de estar feliz porque al fin alguien vio más allá y le dijo: “Tu rostro inocente no es un impedimento... ¡Desnúdate!”. Y qué valioso es cuando un productor te ve potencial y aptitudes de crecimiento.
La dueña de las piernas que me gustaría tener, o sea Mariana Seoane, no aparece totalmente como Dios la trajo al mundo, pero se desnuda del alma. ¡Algo es algo! Entre otras cosas, confiesa que es muy sentimental y que llora cuando escucha “Yo No Nací para Amar”, de Juan Gabriel, pero lo mejor de la entrevista fue enterarnos que Mariana es una alerta sísmica viviente. Así como lo oyen. Antes de que se mueva la tierra, ella lo presiente y corre a un lugar seguro. ¿No es una maravilla? Pues a mí me parece estupendo y tiene sus ventajas, porque si se aburre de actuar y cantar puede trabajar en alguna de las 37 estaciones del Sismológico Nacional sin temor a que se aparezca Araceli Arámbula, por dar ejemplos, y le sabotee la chamba.
La tercera mujer en mi buzón es brasileña y según mi hijo, que a veces le traicionan los nervios y se confunde, estaba en mi fiesta de presentación del libro de Luis Miguel (“Micky, Un tributo diferente”). “¡Má, te juro que ahí estaba!”, aseguró Alex con cara de ‘adolescente que se topa con la señorita H’. Yo le creí y agradecí no haberla visto porque son de esas cosas que te eliminan la autoseguridad en cuestión de segundos. Tiene ese cuerpo, esa cara y encima se define como ‘alegre, amiga, cómplice, entregada y enamorada’. ¡Aléjate de mí, que la gente hace comparaciones y mis admiradores potenciales te preferirán, seguro!
Las claves que te puede arrojar un simple casillero para guardar cartas ¿no? Es que no se trata de hojear revistas y ya, lectores queridos, hay que ir más allá. Lo mejor de las revistas eróticas en mi buzón es saber que tres mujeres ya son poseedoras de tres casas flamantes. Y no es que yo sea vidente o ‘realtor’, es que siempre que le preguntan a las famosas que posan desnudas o semi, ¿por qué lo hacen?, las famosas siempre responden: “Para comprarles una casa a mis hijos”, y eso, por donde lo veas, es muy bonito.