El presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, a su llegada a la reunión en Bruselas. EFE
A horas de una reunión ministerial de la zona del euro llamada a salvar a Grecia de la bancarrota, varias cuestiones siguen pendientes, entre ellas el tamaño del nuevo rescate para el país, admitió el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Habrá que ver cómo puede contribuir el sector público al programa en su conjunto. No podemos superar los 130 mil millones de euros, dijo Juncker al llegar a Bruselas.
Un análisis de la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- indica que el rescate, tal y como fue diseñado en octubre pasado, sería insuficiente para reducir la deuda pública griega a 120 por ciento del PIB en 2020.
Los ministros de Finanzas de la unión monetaria tendrán que decidir esta noche cómo reducir al máximo esa brecha.
Una de las opciones sobre la mesa es que los acreedores internacionales acepten reducir los intereses que cobran a Grecia por el primer paquete de ayuda, aprobado en mayo de 2010.
Otras alternativas se referirían a que los bancos nacionales asuman las mismas pérdidas que el sector privado sobre los títulos griegos que poseen o que el BCE encuentre una manera de financiar a Atenas de manera indirecta.
Lo que tampoco está claro es si el FMI contribuirá con más de un 10 por ciento del valor total del rescate, como ha afirmado el diario Financial Times.
La directora gerente de la institución, Christine Lagarde, que participará de la reunión ministerial, dijo al llegar a Bruselas que Grecia ha hecho esfuerzos muy significativos, pero es necesario que las otras partes hagan también esfuerzos.
El FMI está dispuesto a trabajar en ello, afirmó.
