Dedica el Papa su discurso a niños para que sean mensajeros de paz
Por: Fco. Manuel Álvarez Guevara
Benedicto XVI se encontró con la niñez mexicana y les ofreció su bendición, a cambio se llevó un mar de muestras de cariño.
El máximo jerarca de la iglesia católica se dirigió a los pequeños en un discurso de 8 minutos, únicamente a ellos y en especial a quienes sufren el peso del maltrato.
Tras la reunión con Felipe Calderón, Presidente de México, el Sumo Pontífice dedicó su espacio a un millar de pequeños que aguardaron con paciencia su mensaje.
Primero, Benedicto XVI agradeció las muestras de fervor, que en todo momento estuvieron presentes en la espera de su llegada.
“Gracias por encuentro de fe por la encuentro festivo que han expresado con los cantos, estamos llenos de júbilo y es importante saber que Dios quiere que seamos felices, nos conoce y nos ama”, refirió.
Manifestó a la niñez como el futuro no sólo del mundo, sino de la propia iglesia que preside,
“Si fijamos que el amor de cristo cambie nuestro corazón, entonces nosotros podemos cambiar el mundo”, sentenció.
Envió el máximo salido de la grey católica a los pequeños, “la paz esté con ustedes, son las palabras del Señor Resucitado, las oímos en toda misa y las vemos con la esperanza que cada uno nos transforme en mensajero y sembrador de Paz”.
Aludió que la respuesta al mal, no es con el mismo mal, “él (Dios) no se cansará de pedirles que amen a todos y que hagan el bien, esto escucharán si procuran en todo momento un trato frecuente con él que les ayudará en las situaciones difíciles, he venido para que sientan mi afecto”.
En discurso fraternal con sus “pequeños amigos”, como los llamó se encaminó con la invitación a formar parte de la pastoral de la iglesia y les aclaró que en medio de la situación de abuso y violencia que sufren los niños, “ustedes mis pequeños amigos no están solos”.
La despedida fue complicada, el vínculo tomó fuerza con velocidad y aunque una voz en la Plaza de la Paz, le pidió, “¡quédate!”, les prometió que estarán en sus oraciones, donde les solicitó que también recen por él.