La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, defendió ayer la decisión del presidente Barack Obama de dejar de deportar a muchos inmigrantes traídos al país cuando eran niños y permitirles solicitar permisos de trabajo a pesar de que carecen de permiso de residencia.
"Las leyes de inmigración de nuestra nación deben ser aplicadas de forma firme y sensible", afirmó la secretaria en declaraciones preparadas de antemano y enviadas a la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes.