Gobernar un Municipio y aumentar la deuda pública del ayuntamiento con montos exorbitantes tiene un premio: una postulación para un cargo de elección popular más alta. Es el caso de quienes encabezaron las alcaldías de Guadalajara, Monterrey, Morelia, Cuernavaca y Guadalupe.
Como alcaldes gestionaron créditos y, sin terminar su período legal de gobernantes, fueron catapultados como candidatos a gobernadores, legisladores y dirigentes partidistas.
Guadalajara se convirtió en el más endeudado del país en la pasada Administración del priista Aristóteles Sandoval. Pero eso no obstó para que el político fuera postulado por el PRI a la gubernatura de Jalisco, que ganó.
El regidor priista, Jesús Enrique Ramos, aseguró que la deuda que se tiene en el Ayuntamiento tapatío es de 2 mil 800 millones de pesos.
En Michoacán, el actual gobernador Fausto Vallejo -quien denunció recibir en quiebra las finanzas estatales de manos del perredista Leonel Godoy-, dejó como alcalde de Morelia la deuda más alta en la historia de la capital del estado. De 172.3 millones de pesos que debía Morelia en 2009, a junio de 2012 la cifra se encontraba en 509.7 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda. El monto se disparó gracias a un crédito de 442 millones de pesos contraído a principios de 2011 por el entonces edil priista, quien enseguida dejó el cargo para postularse por la gubernatura.
En Monterrey, el panista y ahora diputado federal Fernando Larrazábal dejó al Municipio con una deuda superior a los 2 mil millones de pesos, más 400 millones extra que dejó como pasivos a proveedores.
En Guadalupe, Nuevo León, la priista Ivonne Álvarez, abandonó el cargo a principio de este año para contender por un escaño en el Senado bajo las siglas del tricolor.
En los tres años de su Administración la deuda pasó de 271 millones de pesos a 639 millones, lo que indica un crecimiento de 136 por ciento.
