Las campañas enloquecen, en primer lugar a los candidatos. Ahí está el "cuchi-cuchi" de la panista Vázquez Mota o el permiso que López Obrador pensó solicitar al presidente Calderón para recorrer al país -¿otra vez?- y ¡juntos elaborar el Presupuesto federal de 2013!
Faltan 12 días para las elecciones y por fin termine la pesadilla electoral, a menos que los perdedores impugnen el proceso. Porque como van las cosas, Gabriel Quadri podría declararse ganador y presumir sus propias encuestas -sin mostrarlas-, al estilo de López Obrador.
Entre el maratón de propuestas y dichos de Andrés Manuel López Obrador, dijo uno la semana pasada que cayó como bendición del cielo. Según sus propias palabras, esta vez no lo robarán porque tiene gente para vigilar las casillas en todo el país, al cien por ciento.
De ser así, los electores podemos dormir tranquilos porque sin fraude electoral no habrá marchas ni plantones y los resultados que dé a conocer el Instituto Federal Electoral, como a las 23 horas del 1 de julio próximo, serán aceptados por los candidatos, sin faltar López Obrador.
Nadie, sin embargo puede creer en los dichos del tabasqueños, quien un día dice una cosa y al otro día la cambia. Anteayer afirmó que "este arroz ya se coció". Luego, que ese día hará la hazaña. Si es así, ¿ya para qué votamos?
DOÑA JOSEFINA TAMBIÉN puede descansar a pierna suelta, tras su exitosa propuesta de Mazatlán, Sinaloa, donde dijo a unas dos mil mujeres: '"Ay' de aquella pareja que no vaya -a votar- porque no le hacemos cuchi-cuchi en un mes". O sea, cada mujer debe llevar a su hombre a sufragar, y el macho que se resista se perderá del "piojito" y todo lo demás en la cama, en la casa.
Una versión indica que semejante sugerencia a Vázquez Mota fue inventiva de su comunicador, el cuñado del presidente Calderón, Juan Ignacio Zavala. Con tanto ingenio, la panista va a repletar las urnas, pero de decepciones porque hasta el sábado anterior le marcaban las encuestas 18 puntos abajo del priísta Peña Nieto.
La candidata del PAN se esmera en criticar cuanto diga o haga Peña Nieto, como sucedió con el general y exdirector de la Policía Nacional de Colombia, Óscar Naranjo, a quien contrataría como asesor, dada su experiencia contra el narcotráfico.
Vázquez Mota dijo que ella prefiere y respeta a los generales mexicanos. Si eso es verdad debiera preguntar al presidente de su partido, Felipe Calderón, por qué tiene arraigados por 40 días a tres generales, entre ellos quien fue el segundo más importante en la Sedena, Tomás Ángeles Dauahare. ¿Qué delitos confecciona la PGR a los militares de alto grado durante ese arraigo?
Y si ella presume que a va sacar a la delincuencia organizada de entidades como Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León y Veracruz, debiera explicar por qué durante el régimen calderonista los cárteles de las drogas han cometido por lo menos 60 mil ejecuciones, entre ellas las de 72 periodistas, además de desaparecer a otro 15.
¿De qué artes se valdría Josefina para eliminar, a su entender, a las poderosas fuerzas del hampa y quiénes serían los generales capaces y dispuestos a llevar a cabo esa tarea?
Porque de promesas y de frases de campaña estamos hasta el tope, rogando a Dios que el actual proceso electoral termine y termine bien.
Entre los horrores pendientes por esclarecer está el de Cadereyta, Nuevo León, donde aparecieron 45 torsos humanos y desde el 13 de mayo pasado no han sido identificados porque continúan desaparecidos las cabezas, los brazos y las piernas de esos cuerpos.
Sólo en una nación de pesadillas pueden suceder semejantes hechos dantescos. Ni Dante Alighieri los hubiese imaginado. Pero Josefina insiste en el "cuchi-cuchi".