Amnistía Internacional (AI) demandó hoy a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberar “de forma inmediata e incondicional” al periodista francés Roméo Langlois, cautivo desde el pasado 28 de abril.
Langlois fue declarado “prisionero de guerra” por las FARC.
Informes extraoficiales indican que el comunicador francés fue hecho prisionero cuando acompañaba a una misión de combate a las drogas del Ejército colombiano en el departamento del Caquetá.
El organismo, con sede en Londres, rechazó las condiciones que se fijaron en un comunicado emitido por las FARC para liberar a Langlois.
Entre las condiciones, la guerrilla exige un debate público sobre la cobertura que dan los medios de comunicación al conflicto en ese país suramericano.
La directora del programa de Amnistía para las Américas, Susan Lee, dijo que “un debate sobre la libertad de expresión y la manera en que los medios cubren el conflicto en Colombia podría ser positivo”.
Sin embargo, Lee sostuvo que un debate “no debería emplearse como pretexto para mantener cautivo a un periodista”.
Expuso que “deben adoptarse medidas para asegurar que todos los periodistas en Colombia puedan desarrollar su trabajo de forma libre”.
En un estudio paralelo, el investigador del programa en Colombia de AI, Marcelo Pollack, revela conforme a estadísticas oficiales que en 2011 hubo 305 secuestros contra 282 en 2010.
Pollack asegura que los grupos guerrilleros fueron los responsables de la mayoría de secuestros relacionados con el conflicto armado en Colombia y no las bandas criminales, como se pretende establecer.
Con base en varios años de análisis, AI ha documentado casos de homicidios, tomas de rehenes, desplazamientos forzosos y reclutamientos de niños a manos de grupos de guerrillas en Colombia, incluyendo las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Los grupos paramilitares y las fuerzas de seguridad han actuado conjuntamente o por separado, y son responsables por la comisión de delitos como homicidios, desapariciones y desplazamientos.
El pasado 26 de noviembre las FARC ejecutaron a 4 miembros de las fuerzas de seguridad que tenían cautivos desde por lo menos 12 años.