Aviones de las fuerzas armadas del gobierno de Siria atacaron durante dos días un hospital claramente identificado con el logotipo de la Media Luna Roja, lo que indica que las agresiones fueron deliberadas, denunció hoy Human Rights Watch.
“Los dos ataques, en dos días, por aviones de combate a un hospital indican que esto no fue un accidente”, declaró el investigador de emergencias del organismo, Ole Solvang.
“Al lanzar cohetes a un hospital claramente identificado, el gobierno (de Siria) muestra un abierto desprecio por la vida de civiles”, agregó.
Los ataques se efectuaron el 12 y 14 de agosto contra el hospital Dar al Shifaa en la ciudad de Alepo y causaron la muerte a dos civiles y heridas a otros cinco, documentó el organismo.
Además, esos ataques provocaron un severo daño a los pisos superiores del nosocomio.
Empleados del hospital aseguraron a investigadores de Human Rights Watch (HRW) que ningún combatiente opositor se encontraba en las instalaciones durante los ataques, sino sólo los guardias del hospital.
El organismo de defensa de los derechos humanos asentó que no registró actividad de la oposición armada en las inmediaciones del hospital, un centro médico propiamente establecido y con el emblema de la Media Luna Roja en el frente.
“Hospitales, doctores y ambulancias nunca deben ser atacados. En Alepo, el gobierno sirio se ha mofado de ese principio de las leyes internacionales”, enfatizó Solvang.
El informe de HRW fue difundido el mismo día en que expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU emitieron su propio documento sobre la violencia en Siria, que estableció que tanto el gobierno como la oposición armada han cometido “crímenes de guerra”.
Desde su inicio, en marzo de 2011, el conflicto en Siria ha causado que unos dos millones de personas hayan abandonado sus hogares para huir de la violencia en ese país, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estimaciones de esa organización, emitidas hace más de un mes, indicaron que al menos 17 mil personas han perdido la vida durante los enfrentamientos, que la Cruz Roja Internacional califica ya de “guerra civil”.