La Misión de Observadores de las Naciones Unidas en Siria (UNSMIS) denunció una nueva matanza de 13 personas en la oriental provincia de Deir al-Zor y pidió tanto al régimen sirio como a la oposición poner fin al ciclo de violencia.
El jefe de la UNSMIS, el general Robert Mood, manifestó sentirse “profundamente perturbado” por la matanza descubierta la tarde del martes en el área de Assukar, a 50 kilómetros al este de Deir al-Zor.
“Todos los cuerpos tenían las manos atadas a la espalda y signos de que algunos fueron ejecutados con una bala en la cabeza disparada a corta distancia”, señaló el general Mood en un comunicado divulgado por medios árabes, entre ellos la qatarí Al Yazira.
Mood, quien dijo estar profundamente preocupado por ese acto atroz e inexcusable, llamó a todas las partes a actuar con moderación y poner fin al ciclo de violencia por el bien de Siria y su pueblo.
Sin embargo, las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar al-Assad, continuaron este miércoles bombardeando zonas rebeldes en la provincia central de Homs, donde el viernes pasado ocurrió la matanza de 108 personas, incluidos 49 niños, en la ciudad de Houla.
El Observatorio Sirios de Derechos Humanos (OSDH) y los Comités de Coordinación Local -dos grupos de activistas de la oposición- denunciaron que al menos cinco personas murieron este miércoles en Douma, un suburbio de Damasco.
Poco antes, el OSDH informó que al menos 98 personas, entre ellas 61 civiles, nueve rebeldes y 28 soldados, murieron la víspera en enfrentamientos, bombardeos y otros actos de violencia en distintos puntos de Siria.
La violencia en Siria continúa pese a la presencia en el terreno de los observadores de las Naciones Unidas para verificar el cumplimiento del cese al fuego, que establece el plan de paz del emisario Kofi Annan.
Desde la entrada en vigor del alto al fuego el pasado 12 de abril -sistemáticamente violado desde entonces- casi dos mil personas, incluidos mil 260 civiles, han perdido la vida, según el OSDH.
Más de 13 mil personas, en su mayoría civiles, han muerto en Siria desde mediados de marzo de 2011, cuando comenzó la revuelta contra el régimen de al-Assad, además unas 230 mil se han desplazado dentro del país y más de 60 mil se han refugiado en otros países, precisó el OSDH.
