El Parlamento de Egipto abrió hoy sus sesiones, desafiando la orden de la Suprema Corte Constitucional, que la víspera ratificó su disolución y declaró ilegal el decreto del presidente Mohamed Mursi para restablecerlo.
La sesión de la Asamblea del Pueblo (Parlamento) duró menos de 10 minutos, sin embargo, votó por buscar asesoría legal para apelar la decisión de la Corte Constitucional del 14 de junio pasado sobre su disolución, argumentando irregularidades en su composición.
La reunión express fue inaugurada por Saad al Katatni, presidente y portavoz del congreso, con un mensaje transmitido en vivo por la televisión estatal, en el que destacó que el decreto presidencial no viola el fallo de la Corte.
El Tribunal Constitucional Supremo de Egipto afirmó la víspera que su decisión de disolver el Parlamento era irrevocable, por lo que declaró ilegal el decreto emitido por el presidente Mursi para reinstalarlo.
"Todas las resoluciones y decisiones del Tribunal Constitucional Supremo son definitivas y no susceptible de apelación... y son vinculantes para todas las instituciones del Estado", afirmó la Corte, tras una reunión de emergencia para examinar el decreto.
El nuevo presidente de Egipto, quien asumió su cargo el 30 de junio pasado, emitió el domingo un decreto para revocar la disolución del Parlamento, aprobada por la Corte, tras ser ratificada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), y pidió reanudar sus sesiones.
“Estamos reunidos hoy para revisar las sentencias del Tribunal Constitucional Supremo que ordenó la corte no válida”, afirmó al Katatni, ante los legisladores, principalmente de su partido, la Hermandad Musulmana, que domina el Parlamento.
“Quiero insistir -agregó- que nosotros no estamos contradiciendo la sentencia de la Suprema Corte Constitucional, pero necesitamos buscar un mecanismo para apelar la ejecución de la sentencia”, según un reporte de la cadena árabe Al Yazira.
Después de hacer un recuento sobre los hechos que han girado en torno a su disolución, el líder del Parlamento llamó a los legisladores presentes a aprobar, a través del voto express con el levantamiento de su mano, la apelación de la decisión del Tribunal.
“La Asamblea del Pueblo conoce sus competencias y a sus responsables y no interviene en los asuntos de la justicia ni comenta sus fallos, ya que la ley tiene sus propios mecanismos que rigen la apelación de las sentencias”, subrayó.
Después de la votación, al Katatni dio por terminada la sesión, y pidió a los legisladores a estar atentos a la próxima sesión, cuya fecha se les avisará con oportunidad.
La sesión legislativa contó sólo con la presencia de los musulmanes, ya que los representantes de los partidos liberales y seculares, que apoyan la decisión de la Corte por considerar que el Parlamento no está equilibrado, no asistieron a la cita.
En su sentencia del 14 de junio pasado, el Tribunal Supremo determinó que un tercio de los miembros del Parlamento fue elegido ilegalmente bajo una ley que permitía a los candidatos de partidos políticos ocupar asientos reservados para independientes.
La Asamblea del Pueblo está compuesta por 508 diputados, el 68.0 por ciento de los cuales es de tendencia islamista, y de ellos cerca de la mitad pertenece a la Hermandad Musulmana, partido del presidente Mursi.