A clases. Los profesores sólo tuvieron la presencia del menor Santiago Ocampo.
Sólo uno de los más de 270 niños en edad escolar de la Nueva Jerusalén asistió al arranque de clases ofrecido por el gobierno del estado en las aulas provisionales en la comunidad de La Injertada.
La comunidad de La Injertada en el tramo que la une con La Nueva Jerusalén fue custodiada por elementos de la Policía Federal y estatal a fin de cuidar la llegada de niños y padres de familia.
No obstante, la llegada casual del niño Santiago Ocampo de La Paz sirvió para que la Secretaría de Gobierno declarara, en un comunicado de prensa, como "inaugurado el inicio de clases" en las aulas provisionales colocadas en la escuela de La Injertada.
Los seis profesores de la escuela Vicente Guerrero de la Nueva Jerusalén se presentaron desde temprana hora en La Injertada.
La noche anterior, el secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, sostuvo hasta altas horas de la madrugada una reunión a puerta cerrada con funcionarios de la Secretaría de Educación local y con su propio personal para dirimir sobre el acto protocolario formal, que presuntamente se llevaría a cabo ayer martes para dar por iniciadas las clases de los niños de La Nueva Jerusalén.
Hermenegildo Zeferino, vocero de los padres de familia de la Nueva Jerusalén, dijo que la comunidad mantiene su postura firme de no mandar a sus hijos a la escuela de La Injertada y aseguró que "no hay fracturas en el interior de este grupo, ni divisiones, como intenta manejar el gobierno".
El dirigente de la CNTE, Jorge Cázares, nombrado por los padres de familia de La Nueva Jerusalén como su representante, dijo que "es un chiste de mal gusto de parte de autoridades decir que está inaugurado el ciclo escolar con un solo niño".