Rechazo. El destituido presidente de Paraguay Fernando Lugo (c) se reúne con sus principales colaboradores en Asunción. Lugo, negó legitimidad al Gobierno de su sucesor, Federico Franco.
En una calma más que aparente y rodeado por cientos de familias en el Parque Mariscal López, el destituido presidente Fernando Lugo cobró nuevos bríos para defender lo que el Congreso le quitó, la presidencia, y definió su salida del poder como "un golpe de Estado". Mientras, sus seguidores tomaron la televisión Pública y los países de la región siguen dándole la espalda al régimen de Federico Franco.
"El de Franco "no es un gobierno legítimo. Este es un gobierno 'trucho' (falso); la ciudadanía no (lo) acepta", dijo Lugo en un domingo atípico en Asunción. Ya no se vio el remanente de militantes llegados del interior que el sábado estaban varados en el Parque Bernardino Caballero, como toda muestra de lo que quiso ser la resistencia "a la alteración del orden democrático". La protesta se había trasladado desde el sábado al edificio de la calle Alberdi y Haedo, donde desde agosto funciona la tv pública, inaugurada por la gestión de Lugo. Allí más de cinco mil manifestantes, en su gran mayoría jóvenes, reclaman "Fuera Federico. Fuera el fascismo". Todo en calma, hasta que un corte de energía los dejó fuera del aire y sin su "micrófono abierto" por espacio de una hora y la tensión se disparó por un instante. Ese el principal foco de resistencia.
Lugo reunió a su gabinete en su casa del barrio de Lambaré y habló ante los periodistas. "Queremos que Paraguay reestablezca el orden democrático. Lugo hoy es un ciudadano, pero aquí se quebró el orden democrático", fueron las primeras palabras del destituido presidente a los periodistas en la puerta de su casa. Anticipó que está en contacto con todos los presidentes de la región y que el jueves estará en la ciudad argentina de Mendoza, invitado a la Cumbre del Mercosur, cuyos miembros decidieron suspender al gobierno de Franco, al aplicar la Cláusula Democrática en "su más enérgica condena a la ruptura del orden democrático por no haberse respetado el debido proceso" en la destitución de Lugo.
Franco protesta
El Gobierno del nuevo presidente paraguayo, el liberal Federico Franco, juró en una ceremonia en el palacio presidencial.
La jura de los 9 ministros, la mayoría del Partido Liberal, se produjo justo cuando acababa la rueda de prensa del exmandatario Fernando Lugo tras la reunión de un gabinete paralelo que, dijo, se encargará de "monitorear" a los nuevos titulares. Sólo 2 de los nuevos ministros -los de Agricultura e Industria- formaban parte del Ejecutivo de Lugo.
