Aunque sea sopa de letras. Bien dicen que sin pan las letras no entran, y en el medio rural este fenómeno ya se está reflejando, a decir de la Presidenta del DIF estatal.
La sequía sigue dejando efectos en la niñez duranguense, dijo Tere Álvarez del Castillo de Herrera, presidenta del DIF estatal, y señala que la desnutrición se ha incrementado hasta en un 400 por ciento en algunos municipios, pero en otros ha dejado una mala nutrición y con ello, una baja del rendimiento escolar.
Explicó que la falta de agua al sector que más ha afectado es a la niñez, porque son los que más resienten el problema con enfermedades, inclusive, dijo que un niño mal alimentado no rinde igual en clases y que es precisamente la mala alimentación que existe en muchos municipios lo que ha provocado esta baja en el rendimiento educativo por la falta no sólo de agua, también de alimento.
Pero aclaró que del año pasado a la fecha se ha registrado un incremento del 400 por ciento en la desnutrición, aunque dijo no traer los datos, sí aclaró que estos porcentajes se llegan a reflejar en algunos municipios sobre todo del Semidesierto como San Juan de Guadalupe y Mapimí.
También en algunos lugares donde habita población indígena como Mezquital, Pueblo Nuevo y Guanaceví.
La Secretaría de Salud, comenta la titular del DIF, le está dando seguimiento a estos casos de desnutrición que se han detectado gracias a los recorridos que se realizan en el programa "Una gota de ayuda para Durango", el cual también ha servido para evitar que el problema crezca más.
La sequía también deja enfermedades, sobre todo porque el polvo de los animales muertos suele llegar hasta la mesa en los pueblos gracias al viento, y estas partículas a su vez provocan el contagio.
