A contrapelo de la máxima neoliberal predicada desde el sexenio Delamadridista que obliga a reducir la participación del Estado en actividades productivas, está creciendo a niveles de escándalo la presencia pública en actividades de producción de impresos
Más allá de los Talleres Gráficos de México, de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos, del Fondo de Cultura Económica, de la Impresora y Encuadernadora Progreso y los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores, prácticamente cada instancia gubernamental importante tiene su propio taller, a título de "Imprenta de Estado".Y aunque la justificación hablaría de realizar tareas de "alta confidencialidad", como las boletas electorales (por más que un número importante de éstas se salieron de control) o documentos oficiales, lo cierto es que en la inmensa mayoría del aparato se fabrican carteles, folletos, dípticos, trípticos, facturas, calcomanías, volantes, libros, revistas, etiquetas, estampas conmemorativas…
Estamos hablando de tareas que podría realizar la infraestructura privada en la que caben 18 mil 400 empresas que generan más de 139 mil empleos directos, la mayoría de las cuales, concretamente el 98 por ciento, son micro y pequeñas.
Las firmas generan 793 mil empleos indirectos.
El problema, naturalmente, es que la competencia se vuelve desigual en virtud de la imposibilidad de igualar los costos de producción.
La estructura de las imprentas oficiales no considera rubros como depreciación de maquinaría y equipos, mantenimiento de instalaciones, impuestos como predial, servicio de luz y agua, por más que al final del día éstos son cubiertos por los contribuyentes.Y aunque la justificación podría hablar de magnitud, lo cierto es que los 235 millones de libros de texto gratuito que produce el gobierno al año podrían imprimirse con sólo el 7.32 por ciento de los talleres privados.El aparato de impresoras públicas le distrae al gobierno un presupuesto de cuatro mil 756 millones 670 mil 131 pesos.
La instancia más onerosa es la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, que se lleva más de la mitad de las partidas: dos mil 420 millones 554 mil pesos.
Le siguen los Talleres Gráficos de México, con mil 71 millones 856 mil.La curiosa Impresora y Encuadernadora Progreso tiene una partida de 581 millones 210 mil pesos; el Fondo de Cultura Económica de 382 millones 541 mil, y los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores 297 millones 498 mil.Lo curioso del caso es que la primera destina al gasto corriente, es decir sueldos, salarios y operación, dos mil 371 millones 485 mil pesos, empleando en inversión física sólo 48 millones 539 mil.El número de plazas es de 345.
Los excedentes presupuestales de la instancia oficial alcanzan 535 mil pesos.
La paradoja del caso es que mientras las llamadas imprentas de Estado trabajan al 100 por ciento de su capacidad instalada, las privadas lo hacen en rangos menores al 50 por ciento.
La mayoría se maneja con un solo turno.
La esperanza de las firmas gigantes privadas apunta a la exportación.Durante el 2009, por ejemplo, se facturaron más de 350 millones de dólares a Estados Unidos, Sudamérica, Europa y Asia.
En cuestión de calidad han sido reconocidas internacionalmente por la Printing Industries of América, empresas como Artes Gráficas Panorama, Grupo Ajusco, Grupo Gráfico San Juan, Grupo Romo, Acta, Fuerza Gráfica, Offset Multicolor, Litografía Gil, Morfotec, Rotomagno, RR Donnelly y Transcontinental.
En total, las firmas privadas han recibido mil 565 reconocimientos.
La competencia, pues, podría ser al tú por tú de no ser por los subsidios que desequilibran el escenario.
Mientras el gobierno prepara la privatización de Pemex; mientras el 55 por ciento de la energía eléctrica la producen privados; mientras crecen las empresas privadas que ofrecen servicios públicos, el gobierno asfixia la actividad de las particulares en materia de impresión.
Paradojas de la vida.
BALANCE GENERAL
En el insólito de la temporada, la juez del concurso mercantil de Mexicana de Aviación, Edith Encarnación Alarcón, le golpeó la mano en el escritorio a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, exigiéndole someterse al orden.
De acuerdo a la togada que sustituyó al "juez incómodo", Felipe Consuelo Soto, la actuación de la autoridad ha provocado "confusiones y trastornos", tanto en la asignación de las rutas concesionadas a la línea aérea, como en su negativa de otorgar el Certificado de Operación.
La mira, aparentemente, estaba en el subsecretario de Comunicaciones de la dependencia, Felipe Duarte.
El manotazo incluyó la exigencia al director general de Aeronáutica Civil, Sergio Romero Orozco, para que en un lapso de tres a cinco días entregue un informe "puntual, detallado y sustentado", sobre la forma en que se han expedido permisos para operar rutas que tenía Mexicana.
¡Pácatelas!
SEIS POR AFORE
Colocado el Banco Mercantil del Norte (Banorte) como principal aspirante a fusionar a su causa a la administradora de fondos para el retiro del grupo financiero BBVA/Bancomer en venta, hete aquí que ya se formaron otros cinco en la fila.
Estamos hablando de las compañías de seguros Metlife, Profuturo, Principal, Invercorp y la empresa financiera Prudential.
El interés surgió ante la imposibilidad de ley para que Banorte pudiera competir, dado que tras su adquisición de la Afore XXI alcanza ya el 20 por ciento del mercado.
De acuerdo al artículo 26 de la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro ese es el tope a que puede aspirar una intermediaria.
Sin embargo, de acuerdo a la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, la propia ley parece hacer excepciones si se considera que son en beneficio de los trabajadores.
El sí lo daría el Comité Consultivo de Vigilancia.
Habría que ver qué dice la Comisión Federal de Competencia.
LIGAS MAYORES
La sorpresa de la temporada la plantea la aparición del presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, como uno de los que suenan para dirigir la Organización Mundial de Comercio.La posibilidad está en manos del gobierno, quien debe plantear oficialmente la candidatura.En la lista de aspirantes al cargo están el ex ministro de Comercio de China, Alan Kyeremanten y su colega actual de Nueva Zelanda, Tim Groser.
De acuerdo a las reglas el puesto debe recaer en un candidato de África, el Caribe o América Latina.
Pérez Motta fue embajador de México ante el organismo antes de ocupar su actual cargo.
Albertobach@yahoo.com.mx
