Una mujer que fue despojada de las tierras que le dejó su padre, en el municipio de Peñón Blanco, Durango, desde 2007, no ha podido recuperarlas porque las autoridades la traen a vueltas y vueltas, por lo que pide la ayuda directa del gobernador de Durango.
María Esperaza Juárez Nava, de 66 años, acudió a La i para denunciar lo sucedido. Explicó que su papá, Miguel Juárez Bocanegra, falleció el diez de agosto de 2007.
Mostrando un ceritificado parcelario, de más de seis hectáreas, María Esperanza explicó que Felipe de Jesús Luna Mata, hijastro de su papá, se apoderó de las tierras y comenzó a venderlas.
No obstante que el Tribunal Unitario Agrario del Distrito 7, con sede en Durango, reconoce a María Esperanza como posesionaria del núcleo agrario Peñón Blanco, respecto a los derehcos que pertenecieron a su padre, la afectada no ha podido tomar posesión por lo que considera una intervención fraudulenta del hijastro de su padre.