Ante la incertidumbre en Europa, el lento crecimiento de Estados Unidos y la desaceleración de varias economías emergentes, la deuda mexicana se ha convertido en un refugio atractivo para los inversionistas, por encima de la de países como Brasil.
Los productos financieros nacionales, incluyendo los Cetes, son hoy en día instrumentos recurridos por los inversionistas, pues su precio, rendimiento y los sólidos fundamentales de la economía mexicana, los han vuelto de los más competitivos en América Latina. "México y sus bonos destacan particularmente porque hay un riesgo país bajo, un buen crecimiento comparado con otros países y rendimientos atractivos, por encima incluso de países como Brasil", afirmó Bruno Robai, analista de Barclays.
Uno de los instrumentos más recurridos es el bono del Gobierno federal a 10 años, cuya tasa más reciente es de 5.25 por ciento, en tanto que la del bono federal de Brasil con el mismo plazo es de 9.5 por ciento. Además, Robai añadió que en México la inflación es más baja que en Brasil y el crecimiento económico más sólido, dos elementos que atraen la atención de los inversionistas.
