La Comisión Europea (CE) destinó a Siria 23 millones de euros (28.6 millones de dólares) en ayuda para los refugiados en Líbano y Jordania, así como a otros afectados por el conflicto.
Los recursos serán movilizados a través de la política europea de vecindad y servirán para “preparar y fortalecer el papel de la sociedad civil siria en la transición” política que la UE espera que ocurra en el país árabe.
Se financiarán proyectos para facilitar servicios sanitarios, educación especializada, apoyar los medios de comunicación locales y la sociedad civil y entrenar activistas, explicó el Ejecutivo en un comunicado.
“La decisión de hoy formará una sólida base financiera y una herramienta flexible para una ayuda rápida y eficiente a los sirios más necesitados”, afirmó el comisario europeo de Política de Vecindad, Stefan Füle.
Esa nueva ayuda complementará el aporte de 10 millones de euros (12.4 millones de dólares) ya realizado por la CE a proyectos de ayuda humanitaria en Siria y en los países vecinos donde se encuentran refugiados sirios.
“Hay cerca de 45 mil refugiados en países vecinos que necesitan nuestra ayuda”, señaló en rueda de prensa la comisaria europea de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva.
Además, cerca de un millón de personas han sido desplazadas de sus hogares en consecuencia de la violencia en Siria, de acuerdo con estimativas de Naciones Unidas (ONU).
“La vida para la población se ha tornado más difícil, sin una obvia solución a vista. Los alimentos básicos son caros y el acceso a los servicios básicos, como educación y salud, se está tornando un desafío cada vez mayor”, señaló el Ejecutivo europeo.
Siria vive una rebelión popular desde el 26 de enero de 2011, que inició influida por otras protestas simultáneas en la región, exigiendo profundos cambios en el gobierno de Damasco, y que ha desembocado en severas represiones por parte de la administración de Bashar al Assad.
En la actualidad, Siria vive niveles similares a los experimentados antes del 12 de abril, cuando entró en vigor el plan de paz propuesto por el enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan.
El pasado miércoles se registró una nueva matanza en Al Kubeir, donde murieron decenas de personas de la que se responsabiliza al régimen de Al Assad, y en particular la masacre que se vivió en Houla, donde el pasado 25 de mayo murieron un centenar de personas.