Un total de 11 casos de bullying de alta violencia han sido detectados y canalizados a la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Mujer de noviembre del año pasado a la fecha.
Se trata de niños en edad de primaria, señaló Lucero González Hermosillo, titular de la procuraduría, y de acuerdo a las investigaciones que se han desprendido, se trata en algunos casos de violencia física y en otros psicológica; todos los casos se turnan al programa "vivir sin golpes".
La mayoría de estos 11 asuntos tratados, la violencia se registró en la escuela, pero no siempre es en la institución educativa, también se da en la misma casa o en los alrededores de la vivienda.
Por lo general los agresores llegan a ser niños de la misma edad del menor agredido, "el mayor daño que le causan es emocional, independientemente si llega a existir contacto físico", comenta la Procuradora.
Los 11 casos están siendo atendidos con todos los involucrados, no sólo el menor que ha sido víctima del bullying, sino también quienes lo provocan, así como sus padres.
En la mayoría de los casos se trata de niños que en su casa han vivido o visto la violencia "repiten en la calle o en la escuela lo que ven en casa", razón por la cual la mayor terapia se da con los agresores.
Se ha dialogado con los maestros y a varios se les ha impartido capacitación para detectar problemas de bullying o de violencia familiar para que sean los docentes quienes reporten esta situación.
No se trata, comenta Lucero González, de quitarles a los padres la patria potestad del menor "no buscamos deshacer familias", sino cambiarles el entorno a través de terapias y darle al seno familiar un mejor ambiente d convivencia.