El Gobierno de Estados Unidos arrestó en Columbus a un grupo de estadounidenses que abastecía armas al Cártel del Golfo a cambio de drogas. Las investigaciones se han ampliado en busca de otros socios en México o en territorio estadounidense, informó un vocero del Departamento de Justicia.
"Dentro de Estados Unidos eso es crimen organizado, por lo que las investigaciones se mantienen en proceso, las personas involucradas y detenidas hasta ahora compraban armas de alto calibre para el cártel del Golfo el cual les entregaba cocaína, marihuana y metanfetaminas a cambio", detalló.
El Departamento de Justicia destacó la participación de mujeres en la red de compra de armas para el cártel del Golfo y como resultado los miembros de la organización fueron acusados de siete delitos en Estados Unidos.
El vocero precisó que las personas detenidas operaban, desde 2009, como traficantes de droga -obtenida de los cárteles mexicanos- que recibían en Texas y de ahí la enviaban a Indiana y Kentucky.
Posteriormente, en 2010, se convirtieron en proveedores de armas de alto calibre y en lugar de dinero pedían cocaína, marihuana y metanfetaminas, explicó el vocero.
Los registros de las agencias de Estados Unidos ubican a los miembros de la red detenida traficando droga en 2010 y ponen en evidencia el uso de semitráileres de México hacia Indiana que entregaban droga para su venta en diferentes puntos de la Unión Americana. Usaban la misma ruta para entregar las armas.
En marzo del 2011, refirió el vocero, agentes federales de Estados Unidos recuperaron una bolsa, en la orilla del Río Grande, con 10 rifles de asalto, cargadores y cientos de municiones. Posteriormente se comprobó que uno de los rifles había sido comprado en una tienda de Indianápolis y eso los llevó a la captura de la red.
"Nuestra preocupación fue que ninguna de las armas había sido disparada, ni había permanecido con su propietario, pero al saber que estaban destinadas a México la potencial violencia que éstas hubieran provocado habría afectado ambos lados de la frontera". dijo el vocero.
Al menos 34 de los rifles estaban registrados con licencias de Indianápolis y otras ciudades del norte de Estados Unidos, por lo que los miembros de la red están enfrentando penalidades que los podrían tener en la cárcel, señaló.
