Está comprobado que cuando ase abandona el tabaquismo, la posibilidad de afecciones en el corazón baja a la mitad, en un lapso de seis meses, indicó. INGIMAGE
Aunque la genética es importante en el desarrollo de afecciones cardiovasculares, el tabaquismo, obesidad, diabetes mellitus e hipertensión arterial, han acortado la edad de aparición de las enfermedades obstructivas del corazón.
El titular de la División de Cardio Tórax del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Hugo Hernández García, aseguró que el tabaquismo por sí solo triplica el riesgo de enfermedad cardiaca.
“De ahí que podemos ofrecer un beneficio tangible a quien deja de fumar”, porque está comprobado que cuando abandonan esta adicción, la posibilidad de afecciones en el corazón bajan a la mitad, en un lapso de seis meses, indicó.
Agregó que traspolando esto al ámbito de la diabetes, la hipertensión arterial y las dislipidemias (colesterol y triglicéridos elevados), con un adecuado control de las mismas, la posibilidad de enfermedad obstructiva cardiaca, baja en más de un 30 por ciento.
En este sentido destacó que el daño cardiaco se va gestando desde la infancia; basta con observar los elevados índices de obesidad que privan en la niñez, sin omitir el inicio de la adicción al tabaco que, en promedio inicia entre los 11 y los 12 años de edad, dijo.
Ante este panorama, comentó que a nivel institucional existe la estrategia PREVENIMSS que, por grupo de edad, va dirigida a población sana, en especial durante la infancia y la adolescencia (CHIQUITIMSS y JUVENIMSS).
El objetivo es modificar estilos de vida que, está comprobado, inciden en el desarrollo de las citadas patologías, las cuales causan daño irreversible al corazón y con ello incapacidad y muertes prematuras, destacó el médico.
Comentó que la primera manifestación de la enfermedad obstructiva del corazón, sobre todo en pacientes a partir de la tercera o cuarta décadas de vida, es la muerte súbita.
Reiteró que en el ámbito de este tipo de enfermedades, la barrera de la edad se ha perdido. “Hablar de enfermedad del corazón como privativa de los adultos mayores no es totalmente válido”, precisó.
Detalló que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en tan sólo cinco años más se prevé que en el orbe ocurrirán 20 millones de muertes por enfermedad cardiaca, de ahí la importancia de que en todos los grupos de edad se enfatice la modificación de estilos de vida para contrarrestar esta tendencia.
Ante la próxima celebración del Día Mundial del Corazón, es importante reflexionar sobre la necesidad de asumir como individuos, la importancia de una vida sana, entendida ésta como aquella libre de adicciones, sin pasar por alto cambios en el tipo de alimentación, “libre de grasas, harinas, azúcar y sal”, apuntó.
Evitar el estrés es también muy aconsejable, subrayó el médico, quien agregó que un buen mecanismo para lograrlo, es la práctica de alguna actividad física, inclusive una simple caminata y, para quienes tienen antecedentes familiares de afecciones cardiacas, realizarse revisiones médicas semestrales.