Caen en depresión. Los adultos mayores en muchas ocasiones son los que más tardan en aceptar la muerte de un ser querido.
La temporada del Día de Muertos suele ser una época en la que se favorece el incremento de cuadros depresivos y con ello el consumo de alcohol, señala el psiquiatra Francisco Calvillo Mares, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que si una persona perdió a un ser querido y no ha logrado superar el duelo, en estos días que se festeja a los muertos la situación se vuelve más peligrosa y tiende a vivir con emociones de culpa o resentimiento.
"Este grupo de personas corre hasta 50 por ciento más riesgo de recurrir a la ingesta de bebidas alcohólicas como una salida a su dolor", dijo el psiquiatra.
El caer en la ingesta de alcohol se debe a que los individuos continúan estancados en alguna etapa del duelo.
Asimismo, explicó, pueden presentarse manifestaciones como somnolencia, irritación, aislamiento, ansiedad, angustia, síntomas físicos como dolor de estómago o cabeza y miedo a la causa por la que murió el ser querido.
Los adultos mayores son el grupo de edad más susceptible y vulnerable a la depresión por el fallecimiento de una persona querida, debido a la cercanía con la muerte que creen tener ellos mismos, señala el especialista.
Para evitar esta situación, se debe de recurrir a la psicoterapia, en la cual las personas pueden hablar, ventilar libremente sus sentimientos y emociones, para liberar los sentimientos de culpa y resentimiento.
En casos en los que el paciente no reaccione positivamente a la psicoterapia, el tratamiento se complementa con el uso de medicamentos como antidepresivos.
En la mayoría de los casos se sugiere que el paciente realice actividades recreativas, tenga más socialización y convivencia con su familia o personas cercanas, que le permitan hablar y externar lo que están sintiendo.
"Hay personas que requieren hasta 12 meses para lograr aceptar la muerte del ser querido", concluyó.