Rebeldía. El Vaticano recibió ayer a las polémicas ‘monjas rebeldes’ de Estados Unidos que planteaban innovaciones a la vida sexual.
Funcionarios del Vaticano recibieron ayer a la cúpula de la Conferencia de Superioras de Mujeres Religiosas de Estados Unidos, el organismo ya intervenido por sus posturas contrastantes con la doctrina de la Iglesia católica.
Según informó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, en el encuentro participaron oficiales de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la sección vaticana responsable de asegurar la ortodoxia en todas las estructuras eclesiásticas.
Asistieron a la reunión la hermana franciscana y presidenta de la LCWR (por sus siglas en inglés), Pat Farrell; la directora ejecutiva Janet Mock y Peter Sartain, el arzobispo estadounidense de Seattle y delegado por el Papa para conducir la intervención de la Conferencia."El encuentro ha brindado a la congregación y a la LCWR la oportunidad de discutir los problemas y preocupaciones planteadas por la evaluación doctrinal en un ambiente de franqueza y cordialidad", indicó el vocero.
Según la ley fundamental de la Iglesia (el Código de Derecho Canónico), la Conferencia de Superioras fue constituida a instancias del Vaticano justamente para ayudar al Papa y a los obispos de Estados Unidos. Aclaró que el propósito de la evaluación a ese organismo de monjas es ayudarles a mantener una mayor comunión eclesial "fundada en la fe en Jesucristo y las enseñanzas de la Iglesia fielmente enseñadas a través de los siglos bajo la guía del magisterio".