Por la sequía. La muerte del ganado, el despoblado del hato y sobre todo la capacidad de agostaderos para el ganado que quedó, es en lo que difieren los involucrados en el tema.
Contradicción entre autoridades y ganaderos; las primeros señalan que el ganado que se quedó después de la sequía es el suficiente para los agostaderos del estado, mientras que los segundos buscan la manera de empezar a incrementar el hato.
La sequía que se registró en la entidad provocó la mortandad de casi el 50 por ciento del hato animal existente, pero tampoco aquí existen coincidencias. Rene Almeida, delegado de la Sagarpa, señala que durante los 22 meses de sequía se perdió el 40 por ciento del hato ganadero reproductor.
Heriberto Quiñones Soria, presidente de la Unión Ganadera Regional, señala que se perdió el 52 por ciento del hato ganadero, es decir, más de 500 mil cabezas, aunque el Delegado de la Sagarpa sólo habla de ganado productivo mientras que Quiñones Soria incluye todo tipo de hato.
Entre el ganado que murió por sequía (150 mil según la UGR) y el ganado que se logró acomodar en el mercado nacional e internacional, (poco menos de 500 mil), se puede hablar de una despoblación de 600 mil animales.
Sin embargo, para el dirigente de los ganaderos, casi todas estas muertes y venta fueron de animales productivos, es decir ganado bovino y en su gran mayoría vientres, "del ganado improductivo poco fue el que salió ya sea por muerte o por venta", comentó.
¿AGOSTADEROS SUFICIENTES?
Pero no es la única contradicción en número que señalan las autoridades; también existen diferencias en cuanto a los agostaderos: mientras que para el delegado de la Sagarpa el número de ganado que se quedó es más que suficiente para la capacidad existente, para los ganaderos es necesario empezar el apareamiento de animales para recuperar lo perdido por la sequía.
"Si hablamos que se quedó un hato de 500 mil vientres, entonces podemos decir que es suficiente para la capacidad de agostaderos y aun así debe de ser menor", comentó Rene Almeida.
"Ya estamos hablando con los ganaderos para iniciar con los programas de apareamiento de vacas para recuperar el hato perdido", comenta Heriberto Quiñones Soria.
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