Angelino confirmó su alternativa bajo la pertinaz lluvia con 'Misionero', de 495 kilos, con el que logró una labor meritoria y de entrega. (Notimex)
En pleno enero un diluvio azotó ayer domingo la Plaza México; así, debajo de la tormenta Angelino de Arriaga confirmó meritoriamente la alternativa, de manos de Rafael Ortega, quien cortó una oreja, ante el testimonio de Fernando Ochoa y una corrida de Arroyo Zarco.
El undécimo festejo de la Temporada Grande empezó bajo un aguacero; el mal clima no arredró al confirmante tlaxcalteca. Angelino de Arriaga corrió la mano con temple y cadencia, en meritorias tandas, pues los charcos formados en el ruedo provocaban que resbalara varios centímetros. Pinchó el de Apizaco y salió al tercio, perdió una oreja, pues, en lugar de agitar los pañuelos, los aficionados se refugiaban del mal clima.
No se acomodó el confirmante ante el segundo de su lote, de media embestida. Pasó más de una hora a la espera de que amainara la lluvia y Rafael Ortega compensó a La México. En su reencuentro con la afición capitalina, el de Apizaco cortó una oreja. Ayudó a su enemigo, que doblaba las manos por las condiciones de la arena, y dibujó tandas de calidad, especialmente por naturales.
Mató de estocada, ligeramente desprendida, y escuchó algunas protestas.
El segundo de su lote se despitorró del izquierdo; el juez Roberto Andrade se enteró después del tercio de banderillas -en ambos ofició Ortega- y ordenó el cambio.
El de Apizaco enfrentó un toro de reserva del hierro de La Punta, ante el que tuvo petición de oreja.
Fernando Ochoa pechó con la exigencia de la afición. Tuvo momentos de calidad y despertó toda clase de comentarios con las medias en tono negro que calzó.
El segundo de su lote lo levantó sin consecuencias.
