El vicepresidente de la Asamblea Nacional de Panamá, Marcos González, acusó hoy a los partidos de oposición de izquierda y derecha, así como a los sindicatos, de planear un golpe de Estado contra el mandatario panameño Ricardo Martinelli.
“Han sido estos movimientos dirigidos a desestabilizar al gobierno nacional en aras de promover un golpe de Estado”, dijo el vicepresidente del Poder Legislativo en rueda de prensa, aunque sin brindar pruebas.
Afirmó que detrás de las protestas de los indígenas Gnäbe-Buglé estuvieron dirigentes de los opositores Partido Panameñista (PPA, de derecha) y Partido Revolucionario Democrático (PRD, de izquierda), así como del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (Suntracs).
“Se tienen grabaciones, cintas de conversaciones que reflejan el interés (de desestabilizar) de grupos de izquierda, de derecha y de partidos políticos adversos al gobierno y de elementos de esos partidos”, indicó González.
El presidente del PRD, Francisco Sánchez Cárdenas, rechazó los señalamientos y añadió que con ello, González intenta ocultar un “autogolpe”.
El diputado opositor José Blandón calificó en su cuenta de Twitter como “temerarias” a las acusaciones de González.
“Pueden estar buscando crear el ambiente para detener adversarios políticos”, indicó Blandón.
Los indígenas Gnäbe Buglé cerraron durante seis días la carretera interamericana, medida que terminó el domingo pasado, cuando fueron desalojados de manera violenta por la policía con un saldo de al menos dos muertos y decenas de heridos y detenidos.
Las protestas contra el gobierno se intensificaron luego de la represión, aunque las autoridades y los indígenas lograron un acuerdo para negociar las demandas del grupo étnico de prohibir las minas e hidroeléctricas en su territorio, localizado en el occidente.
Las acusaciones de González ocurrieron mientras en la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional (congreso unicameral) se desarrolla el debate sobre las peticiones de los indígenas.