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Discapacidad psicosocial, un mal en aumento

LAS PERSONAS CON TRASTORNOS EMOCIONALES PIDEN PRIMERO AYUDA EN SUS REDES SOCIALES

Apoyo. Estudios realizados en población urbana del país indican que las personas con trastornos emocionales piden primero ayuda en las redes sociales y secundariamente a los servicios especializados. En la imagen, integrantes de un grupo de rehabilitación por casos de esquizofrenia.

Apoyo. Estudios realizados en población urbana del país indican que las personas con trastornos emocionales piden primero ayuda en las redes sociales y secundariamente a los servicios especializados. En la imagen, integrantes de un grupo de rehabilitación por casos de esquizofrenia.

EL UNIVERSAL

Miguel intentó terminar con su vida dos veces. Siempre fue un hombre con aptitudes sobresalientes. Cursó una carrera con altos promedios, aunque se describe como un alumno solitario, porque, relata, denostaba a todo aquel que no tuviera su misma capacidad intelectual.

Una tarde, al salir de su trabajo, comenzó a "escuchar" voces que ya no callaron; eran alucinaciones auditivas. "Éstas se dirigían a mí para atacarme en todo momento; inclusive cuando dormía. Luego, por la mañana, rumbo a mi trabajo, sentía que todos en el transporte hablaban y conspiraban contra mi persona. En mi casa escuchaba cómo mi madre y mis hermanas también conspiraban contra mí".

Incluso al escuchar el radio o ver la televisión, Miguel sentía que todas las voces que emitían esos aparatos le agredían y hablaban mal de él, "a esto se le conoce como ideas de referencia, porque el cerebro del paciente así lo interpreta", explica Miguel, cuyo estado consciente era normal, pero perdía contacto con la realidad.

Ante la presencia de estas voces, el joven de 23 años de edad decidió encerrarse en su cuarto. "Pensé que debía terminar con mi vida cuando creí que cualquiera podía leerme la mente, incluso quienes pasaban frente a mi ventana", dice Miguel, hoy con 42 años, e ingeniero mecánico.

Ante el intento de suicidio, el hombre ingresó al Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente", donde permaneció tres semanas internado con medicamentos. Su diagnóstico fue esquizofrenia paranoide, un padecimiento psiquiátrico que no conlleva alteración anatómica y cuya principal característica es que trunca la personalidad del individuo y suscita discapacidad psicosocial.

La discapacidad psicosocial puede ser temporal o permanente sin estar relacionada con una discapacidad intelectual. "Yo soy un hombre capaz, inteligente, con diversas aptitudes, pero con un padecimiento psicosocial que debe ser atendido como cualquier mal crónico", dice.

Miguel intentó el suicidio por segunda ocasión, pero hoy está en control. Los médicos le han recomendado tener precauciones como no salir en horas de mucho tránsito vial y peatonal, pues podría alterarse y probablemente recaer.

Asiste a consulta psiquiátrica cada dos meses, y acude al grupo Desafío, coordinado por la Asociación Voz Pro-Salud Mental, a cargo de la doctora Rascón Gasca del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente".

Ahí también asisten varios compañeros de Miguel: Mauricio, de 43 años, diagnosticado con trastorno obsesivo-compulsivo; Ignacio, de 33, con esquizofrenia paranoide y trastorno obsesivo-compulsivo; Luis David, de 24, con trastorno afectivo estacional; María del Rocío, de 55, con esquizofrenia paranoide, y Ricardo, de 48 años, con esquizofrenia paranoide.

"Hoy sé que deberé tomar medicamentos y terapias toda mi vida, pues para la esquizofrenia paranoide aún no hay una cura definitiva, pero he podido lograr mi readaptación e integración social. Se puede lograr, y esta es la razón por la que doy mi testimonio", agrega.

 UNA PESADILLA EN VIDA: FAMILIARES El progreso científico y tecnológico ha repercutido en mejores opciones de atención hacia la salud mental de la gente; sin embargo, para la doctora María Luisa Rascón Gasca, de la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Sociales del Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente": "El reto de atención a los enfermos es grande, pues en México los trastornos neurosiquiátricos ocupan el quinto lugar como carga de enfermedad al considerarlos indicadores de muerte prematura, y días vividos con discapacidad".

Señala que cuatro de las 10 enfermedades más discapacitantes son neurosiquiátricas: la esquizofrenia, la depresión, la obsesión-compulsión y el alcoholismo.

Entre las enfermedades mentales que pueden derivar en una discapacidad psicosocial temporal o permanente están la depresión mayor, el trastorno bipolar, el trastorno de ansiedad, trastorno de pánico, estrés postraumático, trastorno fronterizo, esquizofrenia, trastorno esquizo-afectivo y trastorno dual (es decir, la existencia de uno de estos padecimientos más una adicción), aporta Rascón Gasca.

Estudios de hogares realizados en población urbana del país y documentados en la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica en México indican que las personas con trastornos emocionales piden primero ayuda en sus redes sociales: 54% a familiares o amigos, 10% a sacerdotes o ministros, 15% se automedican y sólo secundariamente acuden a medicina general y a los servicios especializados.

En este sentido, la asociación Red Voz Pro-Salud Mental, como una red nacional de asociaciones civiles en 12 estados del país, busca crear conciencia e informar a la población sobre la importancia de la detección y atención temprana a personas que viven con una enfermedad mental.

Gabriela Cámara, presidenta y fundadora de esta institución, dice en entrevista que en México 18.6% de la población vive con algún trastorno psiquiátrico, y que la Organización Mundial de la Salud reportó que para el año 2020, la depresión será la principal causa de discapacidad en el mundo.

"Las enfermedades mentales generalmente atacan a personas en el apogeo de sus vidas, a menudo durante la adolescencia o durante los primeros años de la adultez. Todas las edades son susceptibles, pero los jóvenes y los adultos mayores son especialmente vulnerables", comenta.

Para la especialista, la identificación y el tratamiento oportuno son de vital importancia, ya que un diagnóstico y tratamiento temprano fomentará que la recuperación sea más rápida y que los daños sean menores, pues sin el tratamiento adecuado, las consecuencias de las enfermedades mentales para el individuo y para la sociedad pueden ser graves y derivar en una discapacidad sicosocial. Entre éstas sobresalen: el desempleo, el abuso de sustancias tóxicas, la falta de vivienda, encarcelamiento o el suicidio.

Cámara explica que las familias muchas veces tratan de hacer "entrar en razón infructuosamente al paciente", ya que ellos ven, sienten, escuchan lo que su cerebro está fabricando y los que estamos ajenos a esto no lo comprendemos, pues el padecimiento nos es inexistente. Como dicen algunas familias: es una pesadilla en vida".

"Los familiares deben buscar ayuda cuando un ser querido presenta un estado psicótico; sin embargo, el estigma que la sociedad tiene hacia las enfermedades mentales no permite creer que dichos trastornos son una condición real y tratable. El estigma obstaculiza el tratamiento y la recuperación. Es hora de romper esas barreras", advierte la psicóloga Gabriela.

   JESSICA LOGRÓ MEJORAR SU CALIDAD DE VIDA Jessica Martínez también intentó quitarse la vida. No lo consiguió. "Lo único que quería era dormir y ya no despertar", comenta. Fue diagnosticada con depresión mayor, una enfermedad cuyos síntomas incluyen humor deprimido, disminución en el nivel de energía y en el interés por la vida, molestias físicas, cambios en los patrones de alimentación y el sueño. A los 15 años, comenta, era muy agresiva y con frecuencia presentaba episodios de gran depresión.

En la universidad intentó una relación formal con Jorge, pero también lo agredía. Fue diagnosticada con trastorno bipolar (o maniaco depresión). Tenía altibajos, los altos con períodos de manía, y los bajos con períodos de depresión. Abandonó el tratamiento varias veces, sobre todo en período de manía: creía que los síntomas maniacos (mayor energía y estado de ánimo extremo) le impactaban de forma positiva.

Al tiempo, conoció la Red Voz Pro-Salud Mental y empezó un tratamiento integral biológico, psicológico y social, que le han permitido relacionarse de manera estable con los demás. "Es importante que sepan que las personas con trastornos psicosociales podemos lograr una reintegración social y una vida digna", concluye Jessica, quien está por casarse.

¿Dónde acudir?

⇒ Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente". Grupo Desafío

⇒ Coordinadora: doctora María Luisa Rascón Banda.

⇒ Red Pro Salud Mental.

⇒ "www.vozprosaludmental.org.mx "

⇒ Tel. 19 97 50 40 y 41

Trastornos

Trastornos que pueden llevar a la discapacidad psicosocial

⇒ Depresión mayor.

⇒ Trastorno bipolar.

⇒ Trastorno de ansiedad.

⇒ Trastorno obsesivo-compulsivo.

⇒ Esquizofrenia.

⇒ Trastorno dual.

Signos de alarma

Las personas que presentan enfermedades mentales:

⇒ Duermen de más o casi no duermen.

⇒ Comen compulsivamente o dejan de comer.

⇒ Se aíslan.

⇒ Pierden amistades.

⇒ Dejan de disfrutar las cosas que antes les gustaban.

⇒ Bajan de calificaciones o disminuyen su productividad.

⇒ Tienen exceso de actividad.

⇒ Regalan sus pertenencias.

⇒ Sienten angustia o temor sin razón aparente.

⇒ Tienen pensamientos de muerte.

⇒ Presentan cambios radicales en su personalidad.

FUENTE: VOZ PRO-SALUD MENTAL

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Escrito en: Discapacidad psicosocial enfermedades mentales

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