Grecia dispone solo de alrededor de dos mil millones de euros (dos mil 520 millones de dólares) en sus cofres para garantizar el pago de salarios de empleados públicos y de pensiones sólo hasta el próximo 20 de julio, reveló la prensa griega.
Los datos fueron difundidos por el diario local Kathimerini, a cuatro días de la celebración de unas elecciones que son vistas como cruciales para el futuro económico del país, que está en una dolorosa crisis que ha puesto en duda su membresía en la zona euro.
Los ingresos estatales durante los primeros cinco meses del año son sustancialmente preocupantes, debido a la demora en el pago de impuestos, aunque la reducción del gasto público ha mantenido el presupuesto en destino, indicó el rotativo.
Según cifras del Ministerio griego de Finanzas, los ingresos netos presupuestarios fueron menores al objetivo del gobierno en 666 millones de euros en el año a mayo pasado, e inferiores en mil 100 millones de euros al mismo periodo del año pasado.
Entre enero y mayo pasados, se recaudaron 19 mil 400 millones de euros, comparados con los 20 mil 500 millones de euros en igual lapso de 2011. En mayo los ingresos sólo sumaron tres mil 500 millones de euros contra los tres mil 800 millones en el mismo mes de 2011.
El gasto estatal se redujo en dos mil 900 millones de euros, respecto al objetivo de 30 mil 540 millones de euros, debido a recortes en el gasto presupuestario (mil 500 millones de euros) y en el programa de inversión pública (mil 400 millones de euros).
El Ministerio de Finanzas calcula que sus reservas de efectivo durarán hasta el próximo 20 de julio, contra un pronóstico anterior que marcaba el mes de junio, mientras oficiales estiman que el Estado no tiene más de dos mil millones de euros en sus arcas.
El Estado sólo puede desembolsar recursos para pagar sueldos y pensiones, no así para contrataciones o el pago de obligaciones de los ministerios, evidencia la profunda recesión que Grecia está atravesando, escribió Kathimerini.
El futuro económico del país helénico se jugará en las urnas el próximo domingo, ya que de la votación saldrá el nuevo gobierno que tendrá en sus manos la responsabilidad de sacar adelante a Grecia.
El líder del conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, declaró este miércoles en una conferencia de prensa en Atenas que las prioridades de su partido son formar un gobierno estable y mantener a Grecia en la zona euro.
La revisión de los términos del rescate a Grecia, con el que se pretende evitar la bancarrota griega, es también altamente prioritario en la agenda del partido, sostuvo.
De su lado, el dirigente de izquierda, Alexis Tsipras, se ha pronunciado contra las drásticas medidas de austeridad que exigen los acreedores internacionales de su país a cambio de ayuda financiera, pero se dice dispuesto a negociar.
Varios líderes de los países miembros de la Eurozona han hablado de la salida de Grecia de la unión monetaria si no cumple con el plan de rigor presupuestario.
