El Consejo de Seguridad se mostró hoy dividido respecto de enviar una misión completa de observadores a Siria, debido a que este gobierno aún no cumple totalmente con sus compromisos con el plan de paz ni ha hecho un alto total a la violencia.
“Hay miembros que están dispuestos a responder rápidamente a lo que solicitó el secretario general, pero otros miembros dijeron que les preocupa que las condiciones delineadas en la resolución del Consejo de Seguridad no se hayan cumplido”, afirmó Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante la ONU.
En su capacidad como presidenta en turno del Consejo de Seguridad, Rice expresó que todos los miembros del Consejo de Seguridad aceptan que las condiciones que establecieron en las resoluciones del organismo deben ser cumplidas para que la misión pueda alcanzar sus objetivos.
“El Consejo de Seguridad podría aprobar una misión, pero si ésta no tiene libertad total de movimiento, si no es capaz de ir a las zonas en conflicto entonces no sería efectiva, y todos los miembros del Consejo buscamos que la misión se efectiva”, sostuvo Rice.
Tras una sesión informativa con el enviado especial alterno para Siria, Jean-Marie Guehenno, y con el vicesecretario de la ONU para asuntos políticos, Edmond Mulet, la diplomática estadounidense denunció que el gobierno sirio mantiene tropas y artillería pesada en centros de población, en violación a sus compromisos.
En ese sentido, Rice señaló que la decisión sobre el envío de una misión a Siria sería tomada en los siguientes días, luego de que los miembros del Consejo de Seguridad consultaran con sus respectivas capitales.
Declaró que la decisión dependerá también de la experiencia que hasta el momento han tenido los seis observadores del equipo de avanzada que ya se encuentran en Siria, y de su capacidad de operar en libertad.
El Consejo de Seguridad discutió también el contenido de un informe que entregó la víspera el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en que recomienda el envío de una misión de 300 observadores para que supervisen la implementación de un cese al fuego en ese país.
En su informe, Ban reconoció que existe “evidencia profundamente problemática” de que la violencia continúa en Siria, pese a que había disminuido luego de que iniciara formalmente el alto al fuego, el pasado 12 de abril.
“En los recientes días ha habido reportes de un renovado incremento en la violencia, incluyendo el ataque con artillería pesada a zonas civiles, graves abusos de parte de fuerzas del gobierno y ataques de grupos armados”, manifestó Ban.
Asimismo, lamentó que el gobierno sirio no haya hechos progresos para mejorar la situación humanitaria de más de un millón de personas que han sido afectadas por el conflicto, comenzado con manifestaciones populares hace 13 meses.
Pese a la situación, Ban había asentado que la misión podría “ayudar a avanzar el cese de la violencia armada en todas sus formas y a fijar el escenario para la implementación completa del plan de paz de seis puntos”.
Advirtió que la decisión no estaba exenta de riesgos, pero recordó que el gobierno de Siria ya había aceptado ceñirse a un protocolo que serviría de base para la libre operación de los observadores en el terreno e informó que funcionarios le garantizaron libertad de movimiento para los observadores.
Al respecto, la embajadora Rice aseguró que las recomendaciones de secretario general serían debatidas en una próxima sesión del Consejo de Seguridad, programada ya para el próximo lunes, a la que asistiría el enviado especial de la ONU y la Liga de Estados Árabes para Siria, Kofi Annan.