Expectativa. El trabajo cinematográfico ‘El Gran Robo de Libros de Palestina’ se estrenará en abril; dirigido por Benny Brunner, se basa en uns tesis doctoral sobre el tema que aún sigue vigente en oriente.
Miles de libros de las casas palestinas saqueadas durante la Nakba (1948) se encuentran ahora en la Biblioteca Nacional de Israel, a la que muchos de sus dueños no pueden acceder, según denuncia un documental que se estrenará en abril.
El Gran Robo de Libros de Palestina, es el filme que está por concluir el director israelí Benny Brunner, con el que sacará a la luz el expolio de las bibliotecas privadas árabes durante la "Nakba" ( "catástrofe" en árabe, vocablo con el que los árabes describen el exilio y desposesión palestina tras la fundación de Israel en 1948).
"En una operación conjunta del Ejército y la Biblioteca Nacional -que entonces pertenecía a la Universidad Hebrea- se recogieron unos 30 mil libros en casas palestinas de Jerusalén Oeste y 40 mil en ciudades árabes como Haifa o Nazaret", explica Brunner en conversación telefónica desde Ámsterdam.
Según el director, que basa su cinta en una tesis doctoral del israelí Gish Amit, los bibliotecarios desecharon unos 24 mil volúmenes y se quedaron con otros 46 mil.
Más de siete mil están hoy en la Biblioteca Nacional clasificados como "Propiedad de Ausentes (AP)", mientras que el resto "no se sabe dónde ha ido a parar, pero hay evidencias de que parte habría sido incluida en la colección general", asegura Brunner.
Entre las bibliotecas confiscadas estarían algunas de las más antiguas familias de Jerusalén, como los Sakakini, Nashasiwi o Al Huseini, que incluían joyas de la literatura islámica y árabe.
El documental sostiene que, si bien en un principio los libros fueron registrados de acuerdo a su procedencia, en los años 50 se eliminaron las tarjetas identificativas que permitirían relacionarlos con sus dueños en caso de que los reclamasen algún día.
"Se ordenó cortar los lazos, hacer imposible la devolución de los libros, apropiárselos", afirma Brunner, que añade que también se confiscaron otros documentos "como el gran archivo de periódicos de Yafa, que conservaba ediciones de los grandes periódicos árabes que se imprimían allí".
Muchos de los dueños de los libros y sus herederos son hoy refugiados palestinos a los que Israel no permite entrar en el país, mientras que otros están en los territorios ocupados o viven en Israel y tienen ciudadanía israelí.
Es el caso de Anwar Ben Badis, residente en Jerusalén y originario de Tantura (norte de Israel), uno de los pueblos palestinos destruidos en la guerra.
Según él, su padre tiene grabadas dos imágenes que jamás olvidará: "Cómo los soldados judíos de la división Alexandrón de la Haganá se llevaron los libros de la casa familiar e inmediatamente después dinamitaron la casa".