No podían ser más distintos. Uno tiene la voz de terciopelo, el otro de lija. Uno es catalán y vive en Barcelona, el otro es andaluz afincado en Madrid. Uno le va al Barca, el otro al Real Madrid. A uno le gustan "los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles", el otro se precia del "sexo, el rock y la droga". Uno canta "porque te quiero a ti… yo te siento a flor de piel", el otro habla de "la más señora de todas las putas, la más puta de todas las señoras".
Narra Joaquín Sabina en los conciertos de "Dos pájaros contraatacan", que cuando Joan Manuel Serrat ya era famoso y cantaba en un club de alto nivel de Londres, él interpretaba canciones de Serrat en el metro londinense "para poder tocarles el culo a las señoritas".
Los admiradores de uno y otro han sido rivales hasta llegar al desprecio. Los primeros piensan que los otros son vulgares y éstos que aquéllos son unos señoritos. En el Auditorio Nacional unos susurran en coro "aquellas pequeñas cosas… que nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve", mientras otros se ponen de pie y corean a gritos: "Entre la cirrosis y la sobredosis, andas siempre, muñeca".
Las canciones de uno suenan distintas en la voz del otro. "Porque una casa sin ti es una emboscada" de "Y sin embargo" parece una tradicional balada de amor en la voz de Serrat, mientras que "No era como esas muñecas de abril que me arañaron de frente y perfil" se vuelve rasposa en la voz de un Sabina fácil imaginar como el loco enamorado de un maniquí en "De cartón piedra". "Señora" con Sabina se vuelve mucho más irrespetuosa: "Recuerde antes de maldecirme que tuvo usted la carne firme y un sueño en la piel… señora."
Incluso los más intransigentes sabinistas se rinden cuando Serrat interpreta una magnífica "Mediterráneo". Sabina comenta con una mueca que le pidió a Serrat que interpretara en ese punto del concierto una canción fea, para no opacarlo en su siguiente número, pero he ahí que Serrat sale con esa elegía. No pasa mucho tiempo, sin embargo, para que con su "Boulevard de los sueños rotos" Sabina haga cantar a un Auditorio Nacional a tope: "Las amarguras no son amargas cuando las canta Chavela Vargas y las escribe un tal José Alfredo".
Nadie puede permanecer indiferente ante la interpretación que los dos hacen de "Contigo" de Sabina: "Yo no quiero un amor civilizado… Lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí. Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando muere mata, porque amores que matan nunca mueren."
En 2007 Serrat y Sabina sorprendieron con "Dos pájaros de un tiro", una serie de conciertos en que intercambiaban canciones y bromas. "Dos pájaros contraatacan" es una reedición modificada que viene acompañada por un nuevo disco, "La orquesta del Titanic", en que colaboran los dos. Dos caricaturas de Serrat y Sabina, presentados como Inki y el pájaro Minah, presentan y despiden el concierto.
El tiempo empieza a pasar factura a ambos, particularmente a Serrat, quien este 27 de diciembre cumplirá 69 años. Baila menos y con menor intensidad que hace cinco años, aunque ofrece un juego de malabarismo con pelotas de tenis ante la mofa de Sabina, quien con 63 años también muestra menor energía. Pero como diría Sabina: "Si lo que quieres es vivir 100 años, no pruebes los licores del pecado."
Los dos ofrecen, no obstante, un espectáculo de más de tres horas que pocos artistas jóvenes aguantarían. Cuando "Fiesta" de Serrat cierra el concierto --"Se acabó, que el sol nos dice que llegó el final…"-- los dos pájaros se dan a la fuga y los públicos de uno y otro se retiran satisfechos canturreando "Para la libertad" o "19 días y 500 noches".
SALARIOS CAÍDOS
Si se ratifica el amparo contra la anulación del contrato colectivo de Luz y Fuerza del Centro, la CFE tendría que reinstalar a los trabajadores del SME y los mexicanos deberíamos pagarles salarios caídos por cuatro años… más lo que se acumule.
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