Duérmete niño, duérmete ¡YA!
La hora de dormir se puede convertir en una pesadilla para los padres. Expertos nos dan diez recomendaciones para que tu niño y tú tengan felices sueños.
1.- La hora.- Establece un horario para que su cuerpo se acostumbre y tenga sueño a determinada hora.
2.- La rutina.- Antes de dormir a tu niño establece una rutina para que él se preparé para dormir. Cuéntale un cuento, báñalo, ponle su pijama, apaga las luces, etc.
3.- La siesta.- Es común que el bebé tenga una siesta, pero no lo dejes dormir de más, sino en la noche estará activo.
4.- Tranquilidad.- No lo acostumbres a dormir arrullándolo, ya que si no lo haces el niño no se dormirá. Tampoco es recomendable dormirlo en tus brazos, es mejor acostarlo y salir del cuarto antes de que se duerma. Si llora, acude a su lado para calmarlo, sin sacarlo de la cuna y vuelve a dejarlo solo, repite la operación cuantas veces sea necesario.
A partir del tercer mes no te levantes a cogerlo ante el primer gemido.Dale la oportunidad para que se vuelva a dormir solito.
5.- La cuna.- No es recomendable que el niño tenga demasiados juguetes en la cuna ya que lo distraerán.
6.- El cuarto.- Antes de tener un bebé acondiciona bien el cuarto donde dormirá, es mejor que pongas una lampara pequeña que puedes prender en lugar del foco, lo que dará un ambiente de tranquilidad. También toma en cuenta que el cuarto no dé a la calle o esté expuesto a muchos ruidos.
7.- La cama.- Si tu hijo ya no es un bebé no permitas que use la cama para jugar, hacer la tarea o comer, acostúmbralo a que la cama sólo para dormir.
8.- Pon reglas.- No permitas que tu bebé duerma contigo. Tienes que ser firme y desde un principio enseñarle que cada quien tiene su espacio. Además corres el riesgo de asfixiarlo de manera accidental mientras estés dormida.
Si tu niño despierta en la noche porque tuvo una pesadilla no debes ni siquiera sacarlo de su cama, ya que le alterarás más el sueño, es mejor que te quedes con él hasta que se tranquilice.
9.- No cedas.- Los chantajes de los niños son muy comunes, pero debes mantenerte firme y no ceder, es mejor pasar tres malas noches que seis meses sin poder descansar bien.
10.- No lo confundas.- Las excepciones pueden confundir a los niños, ya que en muchas ocasiones los padres permiten que el fin de semana se duerman o despierten más tarde, eso les altera el sueño y no les permite establecer una rutina.