Ráfagas. El 27 de octubre del 2008 fue asesinado el subdirector de la DEI, Antonio García Artea.
El Siglo de Durango
El Siglo de Durango, tras realizar una compilación de notas periodísticas, informa que desde el 2007 cuando se agudizó la violencia en el estado de Durango más de 150 agentes de diferentes corporaciones han sido ejecutados, y otro tanto se encuentran desaparecidos luego de haber sido "levantados" por comandos delictivos; sobre estos hechos, en más del 90 por ciento de los casos las autoridades no han informado sobre detención alguna de los asesinos.
Los primeros asesinatos causaron un fuerte impacto en la sociedad pero conforme pasó el tiempo la gente comenzó a acostumbrarse a que en Durango pueden matar policías sin que se haga justicia.
De las decenas de agentes asesinados en el cumplimiento de su deber, en la mayoría de los casos de corporaciones estatales y municipales, se han registrado escenas con un alto grado de crueldad y brutalidad. Se han encontrado cuerpos de policías con cientos de balazos, decapitados, estrangulados y hasta calcinados.
Asimismo, la delincuencia ha atacados comandancias regionales, cárceles, presidencias y hasta la Vicefiscalía y Fiscalía del Estado, y de igual manera, las autoridades no han logrado detener a los responsables de estos atentados.
2007; EL GÉNESIS
Tomando como base las notas periodísticas del El Siglo de Durango, elaboradas con información de las autoridades competentes, todo comenzó aquel mes de abril del 2007 cuando prácticamente se instaló la delincuencia organizada en la capital del estado; fue sorpresivo, pues aunque Durango ya mantenía un índice de criminalidad considerable, los hechos violentos se presentaban en su mayoría en las regiones serranas.
El 17 de abril, cuando el comandante José Quiñones se disponía a tomar un periodo de vacaciones, salió de su trabajo y nadie volvió a saber de él; después de cinco años no hay nada claro aún.
Cuatro días después, en un encarnizado suceso, el comandante Sergio Muñoz fue "levantado" de las afueras de su domicilio cercano al libramiento San Ignacio y llevado en varias unidades hacia la carretera a Parral donde sus compañeros, miembros de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO) procedían a su rescate; sin embargo, cuando habían ingresado al poblado Donato Guerra, ya en Canatlán, fueron rafagueados con fusiles de alto poder por los presuntos delincuentes, quedando sin vida los agentes Jesús Rosales Acosta y Alfredo Monárrez Valverde, mientras que una oficial resultó herida.
Horas más tarde, cuando prácticamente toda la corporación estaba apoyando en la persecución de los agresores, en las inmediaciones del municipio de Indé, ejecutaron con una cantidad importante de disparos a Sergio Muñoz.
El 24 de octubre de ese mismo año, en otro acto perpetrado por el crimen organizado, fueron rafagueados los comandantes Luis Ricalday Vargas, a quien acababan de nombrar director operativo de la DEI y quien presentó 13 heridas producidas por proyectil disparado por arma de fuego AK-47, y a su compañero Manuel Santacruz Gutiérrez, a quien todos conocían como "El Meny", apreciándosele 15 heridas similares, cuando se dirigían a bordo de su patrulla a las instalaciones de la PGJE por el libramiento San Ignacio.
2008; EL SACRIFICIO
Luego de verse sorprendidos por una delincuencia bastante organizada, que en Durango no se había manifestado con el ataque a policías, los agentes tuvieron que sacrificarse y enfrentar al crimen con armas obsoletas, averiadas y de bajo calibre, sabiendo que sus rivales poseían fusiles de gran potencia y que era casi imposible someterlos.
Siguieron los "levantones" y ejecuciones en contra de los policías, para el 15 de mayo El Siglo de Durango publicaba el asesinato de 10 elementos de la DEI y dos desaparecidos, además de un policía municipal y dos Federales más ultimados.
Apenas empezaba el "sacrificio", pues para octubre el saldo en Durango era de 36 agentes de diferentes corporaciones ejecutados, sobresaliendo el caso de Guanaceví, donde fueron emboscados cuatro agentes investigadores, donde perdieron la vida el comandante Nemesio Barraza Torres, de 46 años, y dos de sus agentes, José Cuéllar Nájera y César Alfonso Lara Pérez, de 35 y 40 años, respectivamente, a quienes además les quitaron las armas y les quemaron la patrulla como una afrenta en contra de la Procuraduría, resultando lesionado un agente con dos impactos de bala.
2009; JUSTOS POR PECADORES
En el 2009 nada cambió, seguían las muertes de policías, varias por decapitación, además de los ataques a las instalaciones de diferentes corporaciones, y de igual manera, las autoridades no informaban sobre resultados positivos.
A estas alturas, algunas de las indagatorias señalaban que tanto algunos policías como varios exagentes estaban ligados al narcotráfico, y que por tal razón se estaban dados los ataques contra las autoridades
A finales del 2009 la cifra ya rebasaba las 50 ejecuciones de servidores públicos, incluyendo militares, federales, estatales, municipales, directores de seguridad pública y hasta algunos alcaldes, siendo relevante la decapitación de seis agentes de la Procuraduría de Justicia.
Este hecho se suscitó en el municipio de Ocampo, aunque las porciones cefálicas aparecieron en Cuencamé, tratándose de cinco elementos de la DEI y un agente del Ministerio Público.
El asesinato del comandante Jorge Luis Villaseñor Reséndiz también llamó la atención a la autoridad, pues era el mejor hombre que tenía la Policía Estatal Preventiva (PEP) y era la primera baja de esta corporación.
Jorge Luis Villaseñor, Primer Comandante de la PEP, fue ejecutado el 3 de marzo a una cuadra de la Secretaría de Seguridad Pública, en la esquina de las calles Negrete y Libertad, en el centro de la capital duranguense.
En cuanto a policías municipales ya se habían presentado bajas en la capital, Indé, Tamazula, Santiago Papasquiaro, Gómez Palacio, entre otros municipios, al igual que ejecuciones de custodios del Cereso 1 y 2.
El 2009 y 2008 también se caracterizaron por el uso de explosivos, pues en ese periodo atacaron a "granadazos" en 12 ocasiones diferentes corporaciones de seguridad.
En Guanaceví un explosivo dejó tres DEI's muertos, en Poanas murieron también un comandante y dos agentes, en Canatlán ejecutaron a otro por la misma vía, además lanzaron granadas a las instalaciones de la Procuraduría y de la Academia, así como a varias patrullas. También sufrieron de explosiones en Pánuco de Coronado y Súchil.
2010; EL CORDERO
En el 2010, año en que hubo cambio de gobierno en Durango, la violencia se agudizó en los primeros meses, sin embargo, se presentaron periodos de calma.
Durante los primeros tres meses se contabilizaron las ejecuciones de siete agentes de la Policía Municipal y siete, de la entonces llamada Agencia Estatal de Investigación (AEI), así como un custodio del Cereso y un AFI.
En los meses posteriores las ejecuciones fueron a la baja, siendo hasta septiembre cuando se presentó una doble ejecución que alertó nuevamente a la ciudadanía.
Fue el lunes 20 de septiembre cuando decenas de proyectiles disparados por potentes fusiles hicieron blanco en la cabeza y pecho de Rafael Isaac Nava Córdova, quien hasta tres días antes se había desempeñado como Coordinador de Ministerios Públicos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, y de su hermano Emmanuel, elemento de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y quien fungía como su jefe de escoltas, quedando ambos muertos en el exterior de una institución bancaria ubicada en las inmediaciones de los bulevares Domingo Arrieta y Durango.
2011; LA ELEGIDA
Durante el 2011 las estadísticas elaboradas por El Siglo de Durango señalaron la ejecución de 57 agentes de las diferentes corporaciones policíacas, tanto federales como locales.
Durante los primeros cinco meses ya se habían contabilizado asesinatos de cinco custodios del Cereso, diez elementos de la Policía Municipal, cuatro de la Procuraduría General de la República, uno de la Policía Estatal Preventiva y uno más de la Policía Rural.
Mientras que de la Fiscalía se habían reportado las ejecuciones de dos comandantes y dos agentes de la DEI, así como un Ministerio Público.
En el segundo semestre del 2011, tras el nombramiento de Sonia Yadira de la Garza Fragoso como nueva fiscal general del Estado, se mantuvo el número de ejecuciones pero se dejaron ver algunos avances en torno a las investigaciones.
En ese año sobresalió una balacera en la Vicefiscalía que dejó a dos agentes de la DEI muertos y a uno lesionado.
Fue el 31 de agosto, en punto de las 11:30 horas cuando se registró un ataque en contra de los elementos de DEI destacamentados en la región Laguna de Durango. Los investigadores iban llegando a las instalaciones de la Vicefiscalía, ubicada en Lerdo, cuando la balacera comenzó.
De inmediato se activó el código rojo para que las demás corporaciones los apoyaran, sin embargo, ya habían muerto Gabriel Morquecho Carreón y Gabriel Graciano Ortega, mientras que heridos quedaron Gabriel Sida Ontiveros y Armando Quintero.
2012; PARAÍSO PERDIDO
En el presente año se han contabilizado 19 asesinatos de agentes de seguridad, entre los más recientes se encuentran la muerte de dos elementos de la Policía Estatal Acreditable (PEA) en un enfrentamiento contra delincuentes en el municipio de Tepehuanes, así como la ejecución de un agente más de la misma corporación en el fraccionamiento Guadalupe Victoria Infonavit, en la capital del estado.
En este último caso por fin se lograron avances importantes en la investigación y al parecer se hará justicia, pues tres días después del crimen los agentes de la DEI ubicaron a los presuntos asesinos del policía estatal y al intentar capturarlos mataron a dos de los delincuentes y aprehendieron a otros dos.
Sin embargo, el paraíso sigue perdido, pues apenas la semana pasada un comando delictivo incendió dos patrullas de la PEA en la Comarca Lagunera de Durango y hasta el momento no se sabe nada sobre los responsables de este acto.
El Siglo de Durango