Pasión y muerte. Los creyentes recordaron el sufrimiento por el que pasó el hijo de Dios para salvar a la humanidad.
Para presenciar el viacrucis viviente y poder pedir a Dios por la salud de su nieto recién nacido, la señora Teresa Betancourt Barrios salió un momento del Seguro Social (donde el bebé y su hija se encuentran internados), caminó hasta el Templo de Nuestra Señora de los Ángeles y se dispuso a presenciar la escenificación.
Como ella, unas mil personas asistieron a la representación de las 14 estaciones, como una muestra de fe a Dios, quien amó tanto a la humanidad que dio a su hijo en sacrificio.
En la representación, a cargo del grupo Juventud Franciscana (Jufra), participaron 30 personas de 17 a 40 años que se prepararon con tres meses de anticipación, informó el organizador Carlos Mancinas.
La de este viernes fue la actuación 38 del viacrucis viviente de este templo, que es pionero en Durango.
El objetivo de la presentación que los organizadores prepararon desde las 7:00 horas, es transmitir el amor de Cristo, "más que la gente venga a ver una obra de teatro o una representación de dolor o tristeza, es transmitir esa alegría del amor que sintió Jesús por la humanidad".
Sin embargo, algunas personas se conmovieron hasta llegar al llanto al recordar el sufrimiento de Cristo en el momento de la crucifixión.
El recorrido en el que se escenificaron las 14 estaciones de la vía dolorosa fue de 15 cuadras.
Con las celebraciones de la Semana Santa, la Iglesia Católica busca que los creyentes fortalezcan su fe y devoción a Dios.
José antonio rodríguez / El Siglo de Durango