Autoridades carcelarias de Arizona ejecutaron hoy al reo hispano Samuel López, condenado a muerte mediante inyección letal por haber asesinado a puñaladas a una mujer en Phoenix en 1986.
La ejecución se efectuó poco después de las 10:00 horas locales (18:00 GMT) en la Prisión Estatal de Arizona, en la comunidad de Florence, al sureste de Phoenix, un día después de que la Suprema Corte de Justicia estadounidense rechazó una apelación para posponerla.
López, de 49 años, fue sentenciado a muerte por agresión sexual y asesinato contra Estefana Holmes, sucesos ocurridos en el apartamento de la mujer, en el centro de Phoenix, el 29 de octubre de 1986.
De acuerdo con las autoridades, López dio más de 23 puñaladas a la mujer de 59 años y le cortó la garganta con un cuchillo de su propia cocina, después de que Holmes se defendiera.
Días después, al ser interrogado por la policía en relación a un incidente de asalto sexual, López mencionó detalles del asesinato de Holmes que no habían sido divulgados al público.
Sus abogados argumentaron en una de las apelaciones que esos detalles eran conocidos en el barrio.
El abogado de López, Kelley Henry, criticó la ejecución al sostener que a su cliente se le había negado el debido proceso.
“Este proceso roto comenzó en el juicio, en el que los abogados inexpertos no aportaron una evidencia crucial sobre la horrible y abusiva historia de Sammy”, dijo el abogado.
López creció en la pobreza, en un barrio del suroeste de Phoenix. Su madre trabajaba en los campos agrícolas y su padre laboraba como chofer.
El padre de López se embriagaba continuamente y golpeaba a su esposa y a sus ocho hijos, hasta que los abandonó. Luego un segundo compañero de su madre corrió a varios de los hijos de la mujer.
López abandonó la escuela en el noveno grado y sobrevivió en los campos y en un cementerio robando casas, para drogarse con pinturas y resistoles, lo que según sus abogados le provocó daño cerebral.
López se convirtió en el reo número 32 en ser ejecutado en Arizona desde 1992 y en el cuarto en recibir el castigo capital en lo que va del año.
