Japón ejecutó hoy a dos reclusos condenados a la pena capital, el segundo caso en el país en menos de cinco meses, a pesar de la crítica de organizaciones defensoras de derechos humanos.
Uno de los presos era un trabajador de la construcción, de 40 años, cuya pena de muerte fue ratificada en 2008. El condenado secuestró a una universitaria de 19 años y le que prendió fuego, causando su muerte, en la prefectura de Shizuoka, en 2002.
El segundo ejecutado era un desempleado, de 31 años, cuya sentencia también data de 2008, reportó el canal de noticias NHK.
Organizaciones internacionales de derechos humanos han instado a Japón a abolir la pena de muerte por considerarlo un acto inhumano.
Los condenados a la pena de muerte en Japón pueden esperar por años a que se cumpla su sentencia, pero sólo se enteran de ésta en la mañana del día en que serán ejecutados.
Las autoridades japonesas aplicaron la pena capital a tres presos el 29 de marzo pasado, luego que durante 20 meses no se habían reportado ejecuciones, desde el ahorcamiento de dos presos en julio de 2010.
El año pasado se ratificaron más de 20 penas capitales en este país. En total, hay 130 convictos en el corredor de la muerte en Japón.
