El secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, aceptó errores en la lucha contra el crimen organizado, y dijo que "reconocerlo es lealtad", como lo es aceptar las recomendaciones que hacen los organismos competentes, y que también es lealtad a las víctimas y a sus familiares, sancionar a los infractores comprobados y reparar el daño causado.
Aseguró que la interferencia de la delincuencia organizada está generando intrincados momentos en el país, y que se enquistó con la colaboración de la propia autoridad.
"En algunas regiones del país, la delincuencia organizada se apropio de las instituciones del estado, y en ese apoderamiento diversificó sus poderosas actividades para despojar a la sociedad de lo que por derecho le corresponde, generando un clima de violencia inusitado", dijo Galván.
En su discurso, en el marco del 99 aniversario de la Marcha de la Lealtad, dijo que en las reformas al marco jurídico los militares no buscan privilegios ni asumir funciones que no les competen.
El Presidente encabezó por última vez esta ceremonia, de la que se retiró montando un caballo de nombre “Honrado”.
Ante el gabinete y los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial, Galván anotó que "es evidente que en algunas latitudes el espacio de seguridad pública está totalmente rebasado".
El general Guillermo Galván dijo que el presidente Felipe Calderón ha sido un comandante supremo de las Fuerzas Armadas "sensible, valiente y honesto".
"Usted es y ha sido un comandante sensible, valiente y honesto, identificado con y por sus tropas. Empatía que los generales, jefes, oficiales, cadetes y personal de tropa en activo y en retiro hemos palpado a través sus acciones de mando y moral, reflejadas en el bienestar de las mujeres y hombres militares".