Con un afectuoso saludo para mi amigo Luis Raquel Cal y Mayor.
Este fin de semana se presenta el primer debate de la actual campaña presidencial. Los candidatos deben recordar: por una parte, que los políticos no gozan de buena imagen ante el electorado -por la ausencia de resultados tangibles-, y por otra, que el conflicto no genera entusiasmo entre los ciudadanos.
En nuestra democracia, desde 1994 los debates han llegado para quedarse. Hasta la fecha se han llevado a cabo cinco debates oficiales de aspirantes a la presidencia; uno de candidatos al Senado y al menos 30 entre aspirantes a gobernador, a otros cargos de elección popular y precandidatos de un mismo partido político.
El primer debate trasmitido por los medios de comunicación fue el 12 de mayo de 1994, en él participaron sólo los candidatos de los partidos "más grandes": por el PAN, Diego Fernández de Cevallos; por el PRI, Ernesto Zedillo Ponce de León, y por el PRD, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. El debate que duró una hora y media, no satisfizo al electorado, pues tuvo un acartonado formato, sin intercambio de opiniones.
Aunque no participaron en el debate, fueron candidatos presidenciales: Marcela Lombardo Otero (PPS); Rafael Ignacio Aguilar Talamantes (PFCRN); Álvaro Pérez Treviño González (PARM); Pablo Emilio Madero (PDM); Cecilia Soto González (PT), y Jorge González Torres (PVEM).
En el proceso electoral de 2000, también se efectuaron dos debates: el primero el 25 de abril con los seis candidatos: Vicente Fox Quesada (PAN); Francisco Labastida Ochoa (PRI); Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (Coalición Alianza por México); Manuel Camacho Solís (PCD), Gilberto Rincón Gallardo (Democracia Social), y Porfirio Muñoz Ledo (PARM) -candidatura que posteriormente se canceló-. El debate brilló por la ausencia de propuestas viables; destacó la participación de Gilberto Rincón Gallardo.
En el segundo debate de 2000, sólo participaron los candidatos del PAN, PRI y PRD. Las intervenciones rompieron con la rigidez del formato de 1994, pero permitió que los candidatos se atacaran frontalmente; este suscitó un mínimo interés entre el electorado
En 2006 participaron como candidatos: Felipe Calderón (PAN); Roberto Madrazo (PRI-PVEM); Andrés Manuel López Obrador (PRD-PT-Convergencia); Roberto Campa (Nueva Alianza); y Patricia Mercado (Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina). La novedad fue el arribo de la "campaña Negra".
En las elecciones de 2006 hubo dos debates: el primero el 25 de abril, al que por grave error de sus estrategas, no asistió AMLO. El segundo el 6 de junio, en el que participaron los cinco aspirantes a la Presidencia. En ambos, los candidatos expusieron temas trascendentes para la nación. Ya para entonces la contienda era muy reñida entre AMLO y Fecal.
De acuerdo a la Real Academia Española, debate es "controversia", "una discusión de opiniones contrapuestas entre dos o más personas", es decir, no es ver quién insulta más, no es pleito. Los antecedentes de los cinco debates explican porqué los mexicanos prefieren ver el futbol… que el debate.
En el debate del domingo, no queremos ver que se formulen denostaciones y descalificaciones, entre los candidatos, lo que el pueblo quiere escuchar son los razonamientos y propuestas que plantean: Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri. Que expliquen cómo nos van a sacar del atolladero y qué van a hacer para insertarnos con éxito en la competitividad mundial.
Aunque nuestros políticos lo niegan, en algunas regiones del país, se perfila una crisis de ingobernabilidad; donde, por una parte, están irresueltas infinidad de demandas sociales, y por otra, el Estado mexicano es rebasado por la inseguridad; todo ello hace necesario una reingeniería institucional, ante la demostración de que el viejo presidencialismo mexicano está agotado, porque fue diseñado para otras épocas.
Hoy, nuestros candidatos presidenciales deben entender que el debate es una excelente oportunidad, no para denostarse, sino para hacer propuestas que le den vigencia y fortaleza a las instituciones nacionales y credibilidad del electorado.
A propósito, un grupo de periodistas amigos del filósofo fueron a Güémez a tomar café y degustar el rico pan de la región, aprovechando el contexto, le preguntaron:
- ¿Quién crees que gane en el debate?
El filósofo, dando un sorbo a su café, categóricamente respondió:
- ¡¡El 2 de julio les digo... 'abrones!!
filosofo2006@prodigy.net.mx
Facebook: filosofoguemez
Twitter:@filosofoguemez