El ABC de la estimulación ovárica
En casos de infertilidad, la Estimulación Ovárica es un tratamiento que puede contribuir a una mayor producción de óvulos en la mujer, mediante la estimulación del ovario, como su nombre lo indica, a través de la utilización de cierto tipo de medicamentos.
Métodos como este surgen a raíz de la necesidad de algunas mujeres por la incapacidad de lograr un embarazo en un tiempo determinado, manteniendo relaciones de forma habitual sin protección anticonceptiva, el cual tiene como plazo para conseguirlo un tiempo aproximado de un año en parejas jóvenes o de 6 meses para mujeres mayores de 35 años o con problemas ginecológicos conocidos.
El doctor Marco Antonio Flores Miranda, director general de Reproclinique, clínica de reproducción asistida, explica que una mujer produce por lo general 1 solo óvulo en cada ciclo menstrual, mediante el cual se consigue el embarazo, por lo que con esta técnica de reproducción asistida, se busca conseguir según el tipo de tratamiento que se va a realizar, una producción de 1 a 3 óvulos en tratamientos de baja complejidad o de 10 a 20 en tratamientos más complejos.
Esta técnica es utilizada en todos los tratamientos de reproducción asistida sin importar la complejidad de los mismos y se puede utilizar para tratar todos aquellos problemas que generen la infertilidad como pueden ser problemas para ovular, síndrome de ovario poliquístico y endometriosis que son los más frecuentes, así como también los problemas de baja reserva ovárica o incluso en aquellos donde se desee seleccionar el sexo del producto.
El director de Reproclinique explica que los tratamientos de reproducción se dividen en dos grupos principales según la complejidad, alta y baja.
En la primera de ellas se pueden contemplar coitos programados, que consisten en calendarizar el día y hora para mantener relaciones sexuales; la inducción de la ovulación, en la cual después de estimular a los ovarios, se coordina o introduce la ovulación con medicamentos a fin de realizar tratamientos como el coito programado u otros más específicos como la inseminación artificial.
La inseminación artificial es de los principales tratamientos de baja complejidad y consiste en la utilización de semen preparado previamente en el laboratorio, para posteriormente colocarlo en el fondo del útero o matriz; éstas pueden ser conyugal, con el semen de la pareja o la de donante, en la que el semen está preparado y congelado previamente y proviene de un donante voluntario.
Por otra parte, el doctor Flores Miranda señala que las técnicas de alta complejidad dieron lugar a los "niños de probeta" y son tratamientos como la Fecundación In Vitro, FIV, consta de la utilización de la estimulación ovárica controlada donde se obtienen 10 óvulos mediante la punción/aspiración del ovario, los cuales son estudiados en el laboratorio y son puestos en contacto con una gran cantidad de espermatozoides, para conseguir que sean fecundados y den origen a una nueva vida, se obtienen varios embriones y son observados por varios días, si son viables se introducen al útero.
Otro tratamiento que representa un avance en la reproducción asistida es la ICSI, inyección del esperma directamente al óvulo, la cual ha logrado resolver hasta el 85 por ciento de las causas de infertilidad masculina. Guarda los principios básicos de la FIV, pero sólo se necesita un espermatozoide por cada ovulo.
Durante este tipo de tratamientos, la mujer puede llevar su vida cotidiana lo más normal posible, siempre y cuando no se someta a esfuerzos excesivos como la carga de objetos pesados o hacer ejercicios extenuantes.
Debe evitar por lo generar el consumo de sustancias tóxicas como las que contiene el tabaco, las bebidas alcohólicas, algunos medicamentos, con lo cual se podrá optimizar el resultado y respuesta del tratamiento al que se está sometiendo.
La Estimulación Ovárica no tiene contraindicaciones, ya que por lo general únicamente son personas que desean concebir y se encuentran en buen estado de salud; en solo algunos casos, las mujeres pueden presentar alergia a los medicamentos.
Las molestias de estos tratamientos son menores y muy bien toleradas por las mujeres, aunque pudieran presentar distensión o pesantez abdominal, cólicos, mareos, nauseas o incluso vómitos, sin embargo, estos pueden ser prevenidos al ajustar la dosis de medicamento administrada durante el tratamiento.
Existe poco nivel de riesgo al realizar tratamientos como estos, por lo cual deben de ser realizados por un profesional y especialista en este tipo de técnicas, pero pueden llegar a presentarse problemas como el síndrome de hiperestimulación ovárica, que surge de una respuesta exagerada al tratamiento.
Otra complicación es la mala o escasa respuesta al tratamiento, lo cual obliga al médico a cancelar la estimulación, que si bien no es grave, si genera demasiada frustración y conflicto emocional en la mujer o en la pareja.
A largo plazo también se puede tener una complicación para los productos como el hecho de tener un embarazo múltiple esto quiere decir que se logre el embarazo de trillizos o incluso más bebés, lo que pudiera generar un riesgo tanto a los bebés como a la madre y es por eso que deben tomarse medidas extremas para dejar un embarazo solo gemelar.
El doctor Marco Antonio Flores Miranda aclara que la creencia de que con la reproducción asistida se pueda llegar a concebir un bebé con Síndrome de Down es tan solo un mito; al realizar este tipo de tratamientos en mujeres con edades más avanzadas aumentará por ende la probabilidad de tener un bebé con este tipo de problemas, pero va más relacionado con la edad de la mujer que por la utilización de las técnicas, aún cuando sea una mujer adulta mayor de 37 años, la probabilidad de tener un niño con Down es relativamente baja.
Este tipo de técnicas son de alta eficacia, los tratamientos de baja complejidad tienen un porcentaje de éxito del 10 al 25 por ciento, cuando el 5 por ciento es la posibilidad de lograr el embarazo ante las dificultades después de un año.
Entre las técnicas que ofrecen mejores resultados se encuentra la inseminación artificial, mientras que las técnicas de alta complejidad como el FIV o ICSI tienen una tasa de éxito del 60 al 75 por ciento y la donación de óvulos alcanza tasas hasta un 80 por ciento.
Dudas o comentarios a: drflores@reproclinique.com